39TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Revista de Ciencias Sociales
y Humanidades.

ISSN 1994-733X e-ISSN 2707-7411, Editorial Universidad Don
Bosco, year 22, No.44, Vol. 1, January-June 2024, pp.39-71

ISSN 1994-733X e-ISSN 2707-7411, Editorial Universidad Don
Bosco, año 22, No.44, Vol. 1, enero-junio de 2024, pp.39-71

Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Educational panorama of the Sociales Sciences
in Central America

Claudia Reneé Meyer Pacheco1


Recibido:
09 de octubre de 2023 Aceptado: 29 de enero de 2024

Resumen
En el presente ensayo se realiza un mapeo y análisis de la oferta de carreras
en Ciencias Sociales en universidades de Centroamérica y, a su vez, se aborda
la caracterización y problematización del desarrollo de las Ciencias Sociales en
dicha región. A través del mapeo de la oferta académica se identifica y analiza
la diversidad de programas académicos relacionados con las Ciencias Sociales,
en disciplinas específicas, delimitando para ello un perfil de estudio. A través
de un estudio comparativo, se han podido visualizar las presencias y ausencias
formativas, los énfasis disciplinarios y las tendencias predominantes, así como
identificar posibles brechas o desequilibrios en la formación de profesionales en
Ciencias Sociales en el territorio. Además, se presenta una caracterización del
desarrollo de las Ciencias Sociales en Centroamérica, considerando su evolución
histórica, los enfoques teóricos y metodológicos que han estado presentes, y las
principales áreas de investigación abordadas en el pasado y en lo contemporá-
neo (identificando los retos y desafíos que enfrenta el campo). Por último, se
plantean aspectos reflexivos sobre la construcción o reestructuración del campo
al momento presente.
Palabras clave: ciencias sociales, educación superior, formación académica,
realidad social, Centroamérica.

Abstract
This paper maps and analyzes the offer of Social Sciences degree programs
in Central American universities and, at the same time, characterizes and
problematizes the development of Social Sciences in the region. Through the

1 Licenciada en Mercadotecnia por la Universidad Dr. José Matías Delgado
(UJMD), El Salvador. Maestra en Gestión Estratégica de la Comunicación,
por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), El Salvador.
Coordinadora de UFG Editores, Universidad Francisco Gavidia, El Salvador.
Correo electrónico: cmeyer@ufg.edu.sv. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-
0386-9441

No.
44

40 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

mapping of the academic offer, the diversity of academic programs related to
the Social Sciences is identified and analyzed, in specific disciplines, defining a
study profile. This has made it possible to visualize the training presences and
absences, make visible the disciplinary emphases and predominant trends, as
well as identify possible gaps or imbalances in the training of professionals in
Social Sciences in the region, through a comparative exercise. A characterization
of the development of the Social Sciences in Central America is presented,
considering its historical evolution, the theoretical and methodological
approaches that have been present, and the main areas of research addressed
in the past and in the present (identifying the challenges faced by the field).
Finally, reflective aspects are raised on the construction or restructuring of the
field at the present time.
Keywords: social sciences, higher education, academic training, social reality,
Central America.

Centroamérica ha experimentado procesos complejos,
diversos y únicos de transformación social, económica y política
en las últimas décadas. En este contexto, las Ciencias Sociales
son cruciales para entender y abordar las problemáticas y desafíos
contemporáneos que se producen en dicho territorio.

Las Ciencias Sociales abogan por comprender y analizar la
complejidad de las sociedades (instituciones, normas, valores):
desde el comportamiento e interacciones sociales, pasando por
las estructuras que se generan y los cambios que acontecen. Desde
las Ciencias Sociales se propicia el estudio de problemas sociales
(como la pobreza, las relaciones interculturales, la desigualdad,
etc.) a fin de abonar a su conocimiento y abordaje, que permite
derivar en idear soluciones a nivel cultural, económico o político.
La comprensión de las dinámicas sociales es un bagaje de utilidad
cuyos beneficios van desde la toma de decisiones informada, hasta
el diseño de políticas públicas, pasando por el ejercicio del sector
privado y la sociedad civil organizada.

En contextos tan diversos y cambiantes, la preparación y
especialización de profesionales en Ciencias Sociales es un factor
crucial: desde conocer las circunstancias territoriales (considerando
su historicidad y corrientes de pensamiento), además de las
consideraciones epistemológicas y metodológicas que atañen a
estas disciplinas. La formación en Educación Superior en Ciencias
Sociales debiese aspirar a facultar profesionales con habilidades,
conocimientos y competencias que respondan a lo que acontece
en la realidad social. Por ende, las inquietudes que motivan este
ensayo son: ¿cuál es la oferta académica en Ciencias Sociales
desde la Educación Superior en Centroamérica?, ¿cuáles son los
énfasis disciplinarios?, ¿existe una agenda en Ciencias Sociales en
la región?

41TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Si las Ciencias Sociales buscan aproximarse y comprender los
fenómenos sociales, es de considerar que el objeto de estudio (el
hecho social) cambia en su caracterización: la realidad es diferente
y requiere, por ende, aproximaciones distintas. Reflexionar sobre
el momento presente, indagando sobre presencias, ausencias y
derroteros, puede abonar a la pertinencia y relevancia del quehacer
académico acorde con las necesidades de la realidad social

Aproximación al desarrollo de las Ciencias Sociales en
Centroamérica

La región centroamericana, en la época colonial,
estuvo sometida a la historia eurocéntrica: la narrativa de los
acontecimientos del istmo era reproducida y determinada desde
el otro lado del Atlántico; las Ciencias Sociales de esa época eran
ajenas a la realidad centroamericana, y la población de la región
negaba también su propia realidad (como lo indígena).

Aguilar-Antunes et al. (2022), han definido que parte de las
tendencias en el desarrollo de las Ciencias Sociales en la región han
estado asociadas a la complejidad tanto de la conceptualización,
como de la historicidad de los estados–nación. Este pensamiento
sobre la nación (qué es y quiénes la forman) estuvo presente
desde el proyecto unionista, federativo, y luego a través de la
conformación de las repúblicas.

La época colonial en Centroamérica estuvo normada a
través de un proceso de «civilización» al estilo eurocéntrico. La
regulación del comportamiento estuvo determinada a través de
tres prácticas disciplinarias que adquirieron un carácter formal
gracias a la escritura (lo impreso): la constitución, los manuales de
urbanidad y la gramática de la lengua. La civilización eran los otros,
los de afuera, instalándose así una lógica binaria: ellos y nosotros,
nosotros y los otros, la civilización vs. la barbarie. Esto derivó en
tres variantes, la separación de lo europeo y lo no europeo, dejar
de lado lo que no es europeo, o imponer lo europeo a realidades
no europeas (Castro Gómez, 2000).

El arribo de la modernidad también fue diferente
geográficamente hablando. Para Brunner (2011), Latinoamérica es
una periferia desde donde la modernidad operaría también como tal:
más que una vivencia plena modernista, lo que habría acontecido
serían ideas, prácticas, usanzas de la modernidad permeadas
(matizadas) desde lo identitario latinoamericano, refiriéndose a
esto como «simulacros de la modernidad latinoamericana» (p.

42 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

256). Una muestra de este planteamiento, es lo que Brunner (2001)
denomina como «macondismo» (la manifestación de lo mágico) y
«marianismo» (el sincretismo católico-popular).

En esta mixtura, son tres las corrientes de pensamiento
identificables en la región: el funcionalismo, del cual se dio paso al
marxismo ortodoxo, para luego desembocar en el estructuralismo
marxista. Si bien hay líneas de pensamiento identificables, para
Pérez (1993), sigue siendo una copia europea (como la formación
de identidades ya sea por inclusión o exclusión del patrón europeo).

Con la posmodernidad se estimulan y se producen
diferencias: se materializan cambios en las relaciones de poder
y se aboga por desmarcarse de la visión binaria (los otros vs.
nosotros), heredada desde la colonia (Castro Gómez, 2000). Esta
época es considerada como la etapa fundacional de las Ciencias
Sociales en Centroamérica, a partir de la generación de un proyecto
regional, enfocado en cuestiones políticas fundamentales como la
democracia y el desarrollo. Sobre ello, Rovira (2007) acota:

Fue en el marco de este primer periodo de la historia
centroamericana de la segunda mitad del siglo XX, y de
estos ambientes, de incipiente modernización económica,
de abortada modernización política, y muy sencillo en lo
que a universidades se refería, en donde se gestó el proceso
de institucionalización de la sociología como una disciplina
científico-social. (p. 4)
Esta efervescencia se materializó a nivel centroamericano

en la creación de carreras universitarias en disciplinas sociológicas,
el nacimiento de entidades regionales y publicaciones. El siglo XX,
de los años 80 a mediados de los 90, fue una época caracterizada
por regímenes autoritarios, guerras e insurrecciones populares.
Las Ciencias Sociales abordaron nuevas temáticas producto de las
explosiones sociales, pero a la vez padecieron los efectos de la
turbulencia que generó el cierre de espacios.

En 1993, Pérez señalaba que «La principal tarea que tienen
hoy por delante las Ciencias Sociales centroamericanas es la de
identificar esas diferencias a fin de tratarlas y estudiarlas como
fenómenos centroamericanos normales, más bien que como
desviaciones de las normas europeas preestablecidas» (párr. 1). La
discusión se ha mantenido presente a lo largo de estas décadas,
a través de la reflexión académica por medio de publicaciones o
actividades como congresos, siendo las Instituciones de Educación

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Superior, la sociedad civil organizada o la regional de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Centroamérica,
las que han motivado estos espacios. Es en estas instancias de
investigación, difusión y de divulgación donde se van encontrando
claves actualizadas de abordaje.

De acuerdo con Rovira (2008): El proyecto de
institucionalización de la sociología en Centroamérica con alcance
y perspectiva regionales, como se diseñó en la década de los años
setenta del siglo XX, nunca logró arraigar y prosperar. El desafío es
retomarlo y reinventarlo en las condiciones del presente. (p. 74)

El ideal unionista centroamericano se ha visto cristalizado de
forma contemporánea en procesos de integración regional (como
el Sistema de la Integración Centroamericana, SICA), que buscan
enfrentar desafíos comunes. Las Ciencias Sociales, según refiere
Rovira (2008), no han sido exentas de esta visión: en los años 70
existió un diseño regional de abordaje (se realiza, por ejemplo,
el Primer Congreso Centroamericano de Sociología en 1974), en
1993 se hizo un llamado a fin de identificar diferencias regionales
vs. otras regiones, y para 2008 se deplora el estancamiento en la
visión regional.

Para Torres Rivas (2011), esas diferencias que caracterizan a
la región son atractivas y además necesarias de abordarse: «… en la
vida centroamericana de los últimos cincuenta años han ocurrido
varios acontecimientos de una extraordinaria originalidad frente a
los cuales no se ha dado todavía una respuesta satisfactoria» (p.
22).

Además de acercarse, comprender y analizar los
acontecimientos pasados recientes, para Mora Alfaro (2014),
también es imperativo:

… distinguir las principales brechas del desarrollo, analizar
las causas y condicionantes de su surgimiento, aportar
elementos cognitivos a los diferentes actores sociales y
a las instituciones, así como contribuir a la construcción
de las agendas nacionales, la elaboración de las políticas
públicas, la toma de decisiones y a la formación rigurosa
de investigadores y el personal de las organizaciones e
instituciones responsables de llevar adelante las acciones
con las cuales se pretende impulsar el desenvolvimiento en
nuestras naciones. (p. 16)

44 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Sobre ello, es necesario que el análisis de eventos pasados
(¿lo inmediato anterior?, ¿cuáles periodos en cuestión?, ¿bajo qué
delimitaciones?) forme parte de un enfoque integral que oriente
en el presente la toma de decisiones, la formulación de políticas
y la preparación de quienes estén involucrados en las actuaciones
decisorias locales.

Sobre los abordajes epistemológicos
Si Aguilar-Antunes et al. (2022) señalaban que mucho de

lo estudiado de la región es a partir de la visión estado – nación,
Torres Rivas (2011) observa que:

Los proyectos revolucionarios de hace como veinticinco o
treinta años tienen diversas perspectivas, pero los que a mi
juicio han tenido un mayor acercamiento a la explicación
histórica es porque parten de la idea de que la crisis
revolucionaria es una crisis del Estado; en consecuencia, es
el Estado al que hay que estudiar. (p. 26)
Sobre el tipo de pensamiento en la región, Rovira (2007)

advierte que, a su forma de ver, no ha existido un cambio mayor;
sin embargo, la misma naturaleza de la realidad social estaría
reorientando las visiones teóricas de abordaje de los nuevos
fenómenos:

Desde el punto de vista de las corrientes teóricas, la práctica
desaparición del socialismo como alternativa política para
el futuro inmediato de la región conduce a un declinar del
marxismo y de la teoría de la dependencia conjuntamente.
Esto no significa que en los ambientes aún muy politizados
desaparezcan del todo, pero ciertamente decaen y cada
vez forman menos parte del sentido común sociológico (…)
el planteamiento de la dependencia y el marxismo siguen
presentes como un gran telón de fondo o más bien como
supuestos teóricos básicos (…) Pero ya dentro de las distintas
temáticas (rural, urbana, el tema del Estado y muchas otras
más como los análisis sobre los movimientos religiosos y la
práctica religiosa popular y su incidencia en la dinámica de
cambio social que vive la región), los abordajes apelan a una
literatura teórica más específica según los asuntos, con lo
que se empieza a descubrir un universo conceptual un poco
más diverso y denso… (…) Junto con los nuevos temas que
atraen la atención y con las especialidades disciplinarias a
las que se les brinda una mayor valoración, aparecen como

45TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

relevantes también diferentes planteamiento teóricos
localizados en un nivel subdisciplinario. (pp. 15, 21)
Siendo que en Ciencias Sociales es una motivación constante

el cuestionamiento del qué y el cómo en atención al dinamismo de
la realidad social, también es necesaria la descripción de los nuevos
significados o la evolución de los mismos. Sobre ello, Escalante
(2002) refiere que «Comprender un hecho social quiere decir
reconstruirlo como obra humana, con un significado único, que no
obedece a un mecanismo; quiere decir penetrar en los motivos,
deseos, temores, en el universo intelectual y moral de los hombres
en esa situación» (párr. 15). Esto encaja con el cuestionamiento
de Rovira (2007), al respecto que, si bien hay una apuesta desde
el Sur por los estudios decoloniales y, a su vez, por la novedad de
los estudios culturales, esto no parece satisfacer idóneamente la
dotación teórica necesaria para estudiar Centroamérica: «¿Somos
efectivamente, a lo mejor, una anomalía de la historia?, propongo
hagamos la “teoría de la anomalía” que si somos anómalos, lo
asumamos como tal» (p. 24).

El pensar los nuevos «cómo» en epistemología, debe partir
de la conciencia de las realidades actuales en funcionamiento. En
la época contemporánea, Mendoza (2018) nos dice que:

La postmodernidad refiere nuevas maneras de concebir el
mundo, como construcciones subjetivas, intangibles, que se
expresan a través de un lenguaje simbólico, de significados
y significantes (...) caracteriza el período histórico marcado
por el uso de tecnologías de información y comunicación en
la interacción de agentes, con cierto grado de autonomía
y con capacidad adaptativa, que dibujan una realidad
altamente compleja. (párr. 1, 3)
Si las representaciones sociales remiten a estereotipos,

creencias, afirmaciones o valores comunes a una colectividad,
desde la Hermenéutica se abordan los significados compartidos
que sustentan dichas representaciones sociales. Estos sentidos
comunes compartidos evolucionan, además de surgir nuevos; por
ende, la Hermenéutica tiene una vigencia constante al existir
cotidianidades novedosas (materiales e inmateriales) que requieren
de un proceso de objetivación. Sobre ello, Villarroel (2007) señala
la necesidad de «... comprender, hacer inteligible la realidad y,
al hacerlo, crea un conocimiento social que es funcional para la
orientación de la dinámica de las interacciones y situaciones de la
vida cotidiana» (p. 446).

46 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Los desafíos actuales de la Epistemología refieren, para su
abordaje, a constructos epistémicos que cuajan en los llamados
marcos epistémicos. García (2000) citado por Becerra y Castorina
(2018), los caracteriza como «... un sistema de pensamiento
que permea las concepciones de la época en una cultura dada y
condiciona el tipo de teorizaciones que van surgiendo en diversos
campos del conocimiento» (p. 15). Dicha descripción alude como
condicionante a lo histórico, lo cultural, el sistema de ideas de
la época y los constructos teóricos que se desarrollen en tales
lugares y fechas.

El establecimiento de marcos epistémicos refiere un beneficio
mayor; Guánchez (2005), nos dice que «... el conocimiento y la
precisión dada a cada modelo facilita la integración de los distintos
temas de investigación a un área del conocimiento, y posibilita
distintas maneras de entender el evento de investigación en toda
su complejidad» (párr. 3). Es decir, abordar el cómo de una forma
sistémica, estructurada y categorizada, sin por ello ser estática,
al contrario, apelando a lo dinámico, tal y como son las realidades
sociales.

En esta vorágine contemporánea que requiere de nuevos
ejercicios de comprensión, la Epistemología tiene campo fértil
para la experimentación. Es así como Moreno (2008) comenta que:

La epistemología ha dejado de ser la reflexión normativa a
priori y universalista, que buscaba establecer las condiciones
esenciales de la racionalidad, para evolucionar hacia una
reflexión crítica y plural, cuya función normativa consiste
en ofrecer criterios operativos y pragmáticos para mediar
los avances del conocimiento. (párr. 1)
Si bien el objetivo puede estar clarificado (como las nuevas

necesidades e intereses de abordaje, por ejemplo, el feminismo,
el género, lo medioambiental, las democracias, etc.), la ruta
requiere de nuevas cartografías permeadas por lo digital, lo
tecnológico, la alfabetización mediática, un mundo post pandemia
por el COVID-19, y diferenciado por la inmediatez y la celeridad.

Bourdieu et al. (2002), reflexionan sobre el ejercicio
investigativo, en particular sobre las disyuntivas histórico-teóricas
a propósito entre el método y la práctica: desde los principios que
han determinado el ejercicio de la investigación (a lo que llaman un
«sistema de costumbres intelectuales»), la necesidad de realizar
una permanente «vigilancia epistemológica» concebida como una

47TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

práctica constante y sobre la marcha del quehacer investigativo, y
la reflexión que las «ciencias del hombre» deben «repensarse a sí
misma y en función del caso particular» (pp. 12-16) y no desde la
rigurosidad y lo estático de las ciencias naturales y exactas. Es aquí
donde cobra particular importancia la pertinencia, a través de la
selección del paradigma (el cómo se concibe el objeto de estudio
desde el campo científico), debiese responder a la naturaleza del
objeto de estudio, es decir, ser congruente, adecuado y conveniente
para el estudio del fenómeno seleccionado.

Al ser la realidad dinámica, ya que responde a contextos
variados y abiertos, las formas de acercamiento a la realidad
debieran estar siempre en alerta y en discusión atendiendo a
dicha variabilidad («vigilancia epistemológica»). Se trata de un
proceso que consiste en mirar hacia dentro de la tradición vs.
hacia fuera de dichos paradigmas teóricos. Al estudiar las Ciencias
Sociales lo colectivo, la realidad social, es evidente que si bien
el objeto de estudio no ha mutado (el hecho social), lo social si
ha evolucionado; el qué se hace y el cómo se hace son preguntas
periódicas a realizarse en el devenir científico en este campo: qué
nuevos o qué evolución han tenido los fenómenos (considerando
además «lo sensible», lo «sentipensante»), y cómo es la forma más
funcional y sistémica de aproximarse a ellos; tal y como señala
Acevedo (2017): «… son los problemas sociales los que condicionan
un método y unas estrategias para el abordaje de los hechos
sociales con una metodología que implica la puesta en escena de un
procedimiento como la medición, la estadística, la interpretación,
etc...» (párr. 5).

Sobre los abordajes metodológicos
El territorio puede ser concebido como un criterio

transversal u horizontal para definir acercamientos a fenómenos,
como delimitante de un estudio, como línea de investigación,
como estrategia metodológica, como área de influencia, etc. Es
así como el territorio funciona como «asidero» para diversas áreas
de la ciencia, y las Ciencias Sociales no han sido ajenas a ello.

La concepción territorial ha sido tradicionalmente un
marco para abordar metodológicamente las Ciencias Sociales, y
así lo señala Torres Rivas (2011): «Se dice que lo que ha ocurrido en
Centroamérica es siempre, y sobre todo en los últimos cincuenta o
sesenta años, resultado de nuestra posición geoestratégica» (p. 23).

48 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Sin embargo, el concepto mismo de esta visión territorial
se ha modificado: Aguilar-Antunes et al. (2022) reflexionan que se
está dando el paso de una noción de «eterna área geoestratégica»
hacia una «istmicidad originaria», es decir, el territorio visto como
dimensión espacial pero también como espacio de relaciones de
poder: no solo funcional, ni solo simbólico, más bien ambos (un
espacio para la organización de significados y sentidos). Más que
un límite fronterizo, el territorio es, entonces, un concepto, una
abstracción. Sobre ello, Salas et al. (2017), nos advierten que:

Este enfoque del territorio, proveniente de la geografía
contemporánea, se ha incorporado por su carácter
sistémico y multifactorial al enfoque sociológico sobre la
socialización, que habla de territorios prescritos (territorios
institucionales), territorios vividos (territorios de acción)
y territorios soñados (territorios simbólicos); e inclusive
territorios interiorizados, relativos al inconsciente colectivo
(...) un territorio no sólo es una constitución de unidades
a partir de la biodiversidad, sino una constitución de
diversidad interna a partir de las unidades. (párr. 35, 36)

Sobre la asociación en específico del territorio con las

Ciencias Sociales, Llanos-Hernández (2019), indican que «El
territorio es un concepto teórico y metodológico que explica y
describe el desenvolvimiento espacial de las relaciones sociales
que establecen los seres humanos en los ámbitos cultural, social,
político o económico» (párr. 1). Parte entonces por situar las
relaciones sociales en una dimensión geográfica que se extrapola
a teorizaciones vinculadas siempre a lo geográfico, convirtiéndose
así también en una representación.

Lo territorial se ve también sujeto a diferentes tipos de
abordaje entre lo multi e interdisciplinario; ¿qué vendría a ser,
entonces, describir, entender, explicar, comprender el y desde el
territorio? El sentido y el alcance de lo territorial, al ser entonces
una categoría polisémica, vendría a ser determinado por la
naturaleza del fenómeno; si bien pareciese lógico y sencillo, la
construcción de los mapas metodológicos para la investigación
en o sobre territorios, desde la complejidad de lo material y lo
simbólico al ser espacios particularísimos, representan entonces
retos creativos sistémicos.

49TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Por otra parte, para Rovira (2007) «Un lastre que ha arrastrado
desde su institucionalización la sociología en Centroamérica
entre sus oficiantes ha sido el de la debilidad en la formación
metodológica y en el desarrollo de las destrezas en técnicas de
investigación social, especialmente las cuantitativas» (p. 8). Si
bien lo cualitativo es lo que suele asociarse a las Ciencias Sociales,
el abordaje de lo cuantitativo junto a lo cualitativo posibilita la
complementariedad de enfoques (una perspectiva más amplia y
profunda del fenómeno social) que habilita diversidad de fuentes
de datos. El uso de ambos enfoques brinda flexibilidad y versatilidad
para ampliar el abordaje de las preguntas de investigación,
enriqueciendo así la comprensión del objeto de estudio. Esto
se vincula a otro reto metodológico que ha sido planteado por
Aguilar-Antunes et al. (2022), al referir que, si bien las Ciencias
Sociales requieren de un marco conceptual, también necesitan de
una libertad creativa para investigar.

¿Qué es lo contemporáneo en Ciencias Sociales?
La Centroamérica contemporánea es una región caracterizada

por una diversidad étnica y cultural, desigualdades socioeconómicas
(brechas significativas en el acceso a salud, vivienda, educación y
servicios básicos), flujos migratorios y desplazamientos, desastres
naturales, con una economía basada en términos generales en
el agro, que incentiva el turismo, y se encuentra facilitando la
inversión extranjera y zonas de libre comercio. A nivel político,
la mayoría de los países centroamericanos ha experimentado
un proceso de consolidación democrática y alternancia política.
Sin embargo, la región enfrenta fuertes desafíos en materia de
gobernanza, corrupción, transparencia, impunidad, violencia y
seguridad.

Por ende, es necesario inquirir, en esta segunda década del
siglo XXI, ¿qué temáticas están abordando las Ciencias Sociales en
la región? En junio de 2023, el XVIII Congreso Centroamericano de
Sociología «Resistencias y alternativas frente a la erosión de los
derechos humanos y las democracias en el istmo centroamericano»,
planteó 13 ejes de discusión, que responden a una Centroamérica
con «Un territorio diverso, pluricultural y contradictorio en el
que se desarrolla una sociología sin fronteras para repensar y
repensarnos desde nuestra complejidad histórico-social, en tono
de diálogo y debate» (ACAS, 2023, párr. 1):

50 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

• Violencia, derechos humanos e (in) seguridad ciudadana.
• Política, estados, democracia y sociedad civil.
• Educación, desafíos y nuevos escenarios de aprendizaje.
• Sociología y Salud.
• Sociología económica y del trabajo.
• Movilidades humanas, territorialidades y gobernanza migratoria
• Movimientos sociales y estrategias de resistencia.
• Niñeces, infancias juventudes, envejecimiento y vejez.
• Pueblos originarios, afrodescendientes y pluriculturalismo.
• Feminismo, género y sexualidades.
• Ciencia, tecnología, innovación y comunicación.
• Paradigmas, perspectivas teóricas y líneas emergentes de la

sociología.
• Disputas por los bienes comunes, cambio climático y resistencias.

Lo contemporáneo se vincula al momento presente. Una
agenda contemporánea de discusión en Ciencias Sociales en
Centroamérica vendría a ser la cristalización de las inquietudes
por nombrar y articular esas diferencias actuales que caracterizan
a la región de otras regiones; los 13 ejes temáticos planteados
en el evento son, por ejemplo, una muestra de hacia dónde se
orientan actualmente los intereses y las discusiones.

Al respecto de las nuevas formas de aproximarse a la
realidad social, el Centro de Estudios Avanzados en Niñez y
Juventud (CINDE,2019), brinda algunas claves para el ejercicio
contemporáneo de las Ciencias Sociales, las cuáles se enuncian en
la Tabla 1.

51TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Tabla 1. Claves para el ejercicio contemporáneo de las Ciencias
Sociales

Aprendizajes
metodológicos

Perspectiva disciplinaria
(transiciones necesarias

en las prácticas de
investigación)

Maneras prácticas de
hacer investigación

• Hermenéutica
performativa:
el ejercicio de
comprensión
acompañado de
la acción política
transformadora
de los actores
sociales.

• La fenomenología:
los propios actores
deben ser quienes
doten de sentido a
sus experiencias.

• Post-
estructuralismo:
considerar los
aparatos de poder
de las condiciones
materiales y en las
funciones sociales.

• La decolonialidad

• Conocimiento
particular y situado.

• Reconocimiento de
múltiples saberes.

• Reconocimiento de
la práctica social
como instancia de
validación de la
teoría.

• Conocimiento que al
comprender imprime
acción y asume su
carácter político.

• Enfoque
etnográfico.

• Enfoque de
producción cultural.

• Enfoque de la
• interseccionalidad.
• Enfoque histórico,

antropológico y
comunicacional.

• Enfoque
hermenéutico
ontológico como
método.

• Enfoque de la
investigación acción
participativa.

Fuente: elaboración propia con base en CINDE (2019).

Si bien CINDE es una institución sudamericana, el ejercicio
realizado por la institución vendría a ser una brújula más que una
receta, pudiendo reorientarse acorde a las particularidades de la
región centroamericana.

El establecimiento de una agenda (temáticas, intereses
o problemas) en una palestra de discusión, refiere primero
a un ejercicio de observación y abstracción. Una agenda
centroamericana en Ciencias Sociales, aparte de organizar y guiar
la discusión y la reflexión, conllevaría el estructurar y organizar las
temáticas, lo que permitiría a su vez enfatizar y enfocar intereses
de desarrollo e intervención, tanto desde la esfera pública, como
desde la privada, siendo la formación en Ciencias Sociales uno de
estos elementos.

52 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Las Ciencias Sociales y la formación académica en
Centroamérica

La Educación Superior se refiere al nivel educativo que
sigue, para el caso de El Salvador, al bachillerato, y se imparte
en instituciones como universidades, institutos tecnológicos e
institutos especializados (conocidos nacionalmente como IES, es
decir, Instituciones de Educación Superior).

Este nivel educativo busca proporcionar a los estudiantes
conocimientos y habilidades especializadas en campos académicos
o profesionales específicos, ofreciendo una variedad de programas
de estudio. Estos programas suelen estar diseñados para desarrollar
habilidades intelectuales, técnicas y profesionales, así como para
fomentar la investigación y la proyección social (las tres funciones,
para El Salvador, asociadas a las IES desde la legislación nacional:
docencia, investigación y proyección social).

Las IES generan su oferta formativa adscrita a diversas áreas
de conocimiento científico; para el caso, Morales et al. (2021)
comentan que «… La clasificación del conocimiento en áreas es
relevante tanto para las disciplinas académicas como para las
disciplinas escolares; de hecho, lo es para la investigación, la
aplicación, la educación y la evaluación» (p. 2). Sobre el mismo
tópico, también los autores señalan que «Clasificar es distinguir,
y cuando las ciencias son clasificadas, la distinción se hace entre
sus características, objetos, función y métodos. No hay un único
sistema de clasificación de las ciencias, pero cada uno busca evitar
redundancias y ambigüedades» (p. 5).

Sobre las Ciencias Sociales en particular, su clasificación
puede ser retadora debido a la naturaleza interdisciplinaria
y multifacética de su composición. A diferencia de las Ciencias
Naturales, las Sociales se ocupan de estudiar el comportamiento
humano, las interacciones sociales, las instituciones y los fenómenos
culturales. Además de la interdisciplinariedad, se suman, además,
como factores que complejizan su clasificación, la diversidad
de enfoques teóricos, la evolución de estos y la variación de los
hechos sociales acorde a sus contextos (como la diversidad y las
alteridades).

Ante la necesidad de establecer un punto de partida
organizativo, se muestra en la Tabla 2 cómo se clasifican en
la actualidad la Ciencias Sociales desde algunas instancias y
organizaciones.

53TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Tabla 2. Clasificación estándar de las Ciencias Sociales

CONACYT
El Salvador

Manual
de Frascati

International
Standard

Classification
of Education
(UNESCO)1

2

Clasificación del
ISB (International

Standard Book
Number)

● Psicología
● Economía
● Ciencias de la
educación
(educación,
formación y otras
disciplinas afines)
● Otras ciencias
sociales
(antropología
(social y cultural) y
etnología,
demografía,
geografía
(humana,
económica y
social),
planificación
urbana y rural,
gestión, derecho,
lingüística,
ciencias políticas,
sociología,
métodos y
organización,
ciencias sociales
varias y
actividades
interdisciplinarias,
actividades
metodológicas e
históricas de I+D
relacionadas con
disciplinas de este
grupo.

● Psicología y
ciencias
cognitivas
● Economía y
comercio
● Educación
● Sociología
● Derecho
● Ciencia
Política
● Geografía
social
y económica
● Medios de
comunicación
● Otras Ciencias
Sociales

● Ciencias
sociales y del
comportamiento:
economía, historia
económica,
ciencia política,
sociología,
demografía,
antropología
(excepto
antropología
física), etnología,
futurología,
psicología,
geografía (excepto
geografía física),
estudios de paz y
conflicto,
derechos
humanos.
● Periodismo
e información:
periodismo;
técnico de
biblioteca y
ciencias de la
información;
técnicos de
museos y
repositorios
similares;
técnicas de
documentación;
ciencias
archivísticas.


● Sociología
estadística,
demografía
● Política
● Economía en
general
● Derecho en
general
● Previsión y
asistencia social,
consumismo
● Administración
pública en general
● Educación,
enseñanza
● Etnología


2 Traducción propia del contenido de esta columna del inglés al español.

54 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

CONACYT
El Salvador

Manual
de Frascati

International
Standard

Classification
of Education

(UNESCO

Clasificación del
ISB (International

Standard Book
Number)

● Negocios y
administración
venta al por
menor, marketing.
ventas, relaciones
públicas, bienes
raíces; finanzas,
banca, seguros,
análisis de
inversiones;
contablidad,
auditoría,
teneduría de
libros; gestión,
administración
pública,
administración
institucional,
administración de
personal; trabajo
de secretaría y
oficina.
● Derecho:
magistrados
locales, notarios,
derecho (general,
internacional
laboral,
martítimo, etc.),
jurisprudencia,
historia del
derecho.


Fuente: elaboración propia con base a Encuentros multidisciplinarios (1999),
UNESCO (2011), OCDE (2015) y Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología
(2022).

55TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Pueden observarse coincidencias en cuanto a la inclusión
de ciertas disciplinas en las cuatro clasificaciones descritas en
la tabla, como en la Psicología, la Economía y la Sociología; y
diferencias, como en Educación, Comunicaciones y Derecho.

Dadas las distintas interpretaciones sobre qué disciplinas
deberían ser consideradas como Ciencias Sociales, resulta
necesario establecer límites claros con el fin de observar, de
manera fundamentada, cómo se compone la formación en Ciencias
Sociales en la región centroamericana. Para el presente análisis se
ha seguido un muestreo no probabilístico, es decir, un muestro
deliberado (crítico o por juicio), basado en un perfil (Muguira,
2023). Dicho perfil responde a los criterios que se describen en la
Tabla 3.

Tabla 3. Criterios de perfilación para estudio de oferta académica
en Ciencias Sociales en Centroamérica

Criterio Descripción
Centroamérica como
región

Para la Real Academia Española (2023), tanto
América Central como Centroamérica son
designaciones correctas del conjunto de países
situados en el istmo centroamericano: Belice,
Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua,
Costa Rica y Panamá. Se han considerado estos
siete países en el análisis.

Universidades públicas Una universidad pública es una universidad cuyo
financiamiento corre a cargo principalmente de un
gobierno. Al ser públicas, cuentan con matrículas
y cuotas bajas o inexistentes, a fin de facilitar el
acceso de la población a la educación universitaria.
Se seleccionó una universidad pública por cada
país; en los casos en los que existiese más de una,
se escogió la de mayor antigüedad.

Estudios de pregrado:
licenciaturas

Suelen constituir el primer nivel de Educación
Superior2

3. Estos programas suelen tener una
duración de entre tres y cinco años, dependiendo
del país, la institución y el área de estudio. Las
licenciaturas son grados académicos de pregrado,
asociados generalmente a campos académicos
como las Humanidades y las Ciencias Sociales.


3 Mención particular merecen los casos de la UCR de Costa Rica y la Universidad
de Belice. Estas cuentan con formación de bachillerato en la universidad
(o bachelors para el caso de Belice) como requisito previo para cursar
posteriormente ciertas licenciaturas.

56 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Criterio Descripción
Carreras de pregrado
seleccionadas

Educación: entendiéndose estas como las
diversas disciplinas que estudian a la educación
y las prácticas educativas. En este sentido, cada
disciplina proporciona perspectivas teóricas-
metodológicas para analizar, comprender y explicar
los problemas complejos que acontecen en los
espacios educativos.
Antropología: para la ASAEE (s.f.) «… estudia la
diversidad de las realizaciones socioculturales del
ser humano, incluida la emergencia misma de los
humanos en sus entornos ecológicos. La antropología
no está limitada en su objeto específico. Toda
realidad pertinente para la comprensión de lo
humano puede formar parte de su campo de
investigación» (párr. 1).
Sociología: para Giddens (2020), la Sociología
es «… el estudio de la vida social humana, de los
grupos y sociedades (…) El ámbito de la sociología
es extremadamente amplio y va desde el análisis
de los encuentros efímeros entre individuos en la
calle hasta la investigación de los procesos sociales
globales» (p. 14).

Fuente: elaboración propia.
Es así como el corpus de estudio está compuesto por

siete universidades públicas en el entendido que estas proveen
mayor acceso a estudios de Educación Superior a la población.
Se seleccionó una por cada país, por ser la única existente o la
de mayor antigüedad y atendiendo la oferta de pregrado a nivel
de licenciaturas (que vendría a ser el primer nivel de formación
a obtener en estudios universitarios) en Educación (sin considerar
profesorados, solamente licenciaturas), Antropología y Sociología.
Las dos últimas disciplinas forman parte de los cuatro esquemas
de clasificación presentados en la Tabla 2; Educación se encuentra
en la mayoría. Al observar de forma genérica la oferta, la mayoría
de IES poseen áreas muy fortalecidas en disciplinas económicas,
comunicológicas y jurídicas, por ende, se escogieron las que en un
primer examen no eran muy notorias.

A fin de evidenciar proporcionalidad (oferta vs. extensión
territorial vs. población), se ha caracterizado cada país como las
universidades seleccionadas (ver Tabla 4)4.

4 La revisión de los sitios web de las universidades se realizó en junio de 2023.

57TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

58 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

El estadio formativo entre países: análisis de presencias y
ausencias

De acuerdo con el análisis realizado, el panorama
centroamericano al respecto de países, carreras y disciplinas
es el siguiente: en términos generales se observa una
presencia abrumadora de la perspectiva educativa en la región
centroamericana (71 carreras) versus el campo sociológico (5
carreras) y antropológico (6 carreras), (ver Tabla 5).

Tabla 5. Comparativo por carreras entre países centroamericanos

País
Cantidad de carreras

Total
Educación Sociología Antropología

Belice 3 0 0 3
Guatemala 23 1 1 25
El Salvador 8 1 1 10
Honduras 1 1 1 3
Nicaragua 14 0 1 15
Costa Rica 16 1 1 18
Panamá 6 1 1 8
Total 71 5 6 82

Fuente: elaboración propia con base a información recopilada.

El universo de carreras responde a un total de 82, acorde
al perfil definido para este análisis; sobre este, cabe destacar los
siguientes aspectos:
• El 30.48 % de carreras en las Ciencias Sociales analizadas

(la mayoría) se encuentran en Guatemala; y los menores
porcentajes (3.65 %) se encuentran en Belice y en Honduras.

• La disciplina mayoritaria es Educación, con el 86.58 % del total,
y la minoritaria es Sociología con el 6.09 %.

• Sociología como disciplina no se encuentra presente ni en
Belice ni en Nicaragua.

• Antropología se encuentra ausente solamente en Belice.
• Mención particular merece la única carrera encontrada con

el nombre exacto de Ciencias Sociales: en Guatemala como
«Licenciatura en Ciencias Sociales y Formación Ciudadana»,
estando adscrita a la disciplina educativa.

• Los países que ofertan en centros regionales Sociología, aparte
de su sede principal, son Guatemala (en 2 centros regionales),

59TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Honduras (en un centro regional) y El Salvador (en dos centros
regionales).

• Antropología solamente es impartida en las sedes principales
de cada universidad.

• De las 71 carreras en Educación, 29 carreras se imparten,
además de la sede principal, en centros regionales (39.43 %):
Belice con 2 carreras, Guatemala con 7 carreras, El Salvador
con una carrera, Honduras con una carrera, Nicaragua con 8
carreras, Costa Rica y Panamá con 5 carreras. Nicaragua es
el país que tiene más carreras educativas distribuidas en sus
centros regionales (27.58 %).

Al respecto del campo educativo, llama la atención el caso de
Guatemala (23 carreras), que aparte de ostentar el mayor número
de licenciaturas en esta disciplina, posee las orientaciones más
particulares, ya que cuenta con menciones en interculturalidad,
la formación ciudadana, la conflictividad social, el desarrollo
político social, énfasis en la cultura Maya, en lo bilingüe y el
medio ambiente. De la diversidad de orientaciones en el campo
educativo registradas en Guatemala podría inferirse un interés
en profundizar en conocimientos muy particulares, desarrollar
metodologías específicas, hacer academia (investigación,
proyección social) desde áreas no tradicionales en comparación con
el resto de la región centroamericana, y una aplicación práctica
dirigida hacia contextos muy específicos; esto podría constatarse a
través del análisis de la oferta curricular de cada carrera y, yendo
profundamente, el análisis de la práctica educativa en cada una
de ellas.

A partir de lo anterior, y generalizando sobre el contexto de
formación en Educación en la región, es llamativo que la mayoría
de oferta educativa de los países se registre en esta disciplina. Este
análisis se realiza desde universidades de carácter público (estatal),
cuestión que pudiera estar vinculada, por ejemplo, a la visión de
Althusser (1970), quien refiere que la producción y reproducción
de un sistema (la sumisión a una ideología dominante) se realiza,
entre otras instancias, desde el sistema educativo. Sí enseñar a
enseñar sería la prioridad formativa estatal en Ciencias Sociales
en las IES centroamericanas (la «foto» de este momento), ¿bajo
qué agenda ideológica se estarán habilitando en conocimientos y
procedimientos a los nuevos formadores centroamericanos?

En las antípodas de lo anterior, tenemos a la Sociología y
la Antropología. Ante la complejidad de los fenómenos sociales
en el siglo XXI (realidad virtual, inteligencia artificial, metaverso,

60 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

globalización, TIC´s, diversidad cultural, desigualdades y
fragmentaciones sociales, entre otros), sumando las particularidades
regionales e individuales de las naciones centroamericanas, sería
lógico pensar que desde la formación superior estatal debiese existir
una profunda preocupación por formar profesionales que puedan
comprender, analizar y abordar la complejidad de las sociedades
contemporáneas, desde estudiar las estructuras y cambios sociales,
comprender la diversidad y las nuevas interconexiones sociales,
investigar sobre estos temas proveyendo evidencia pertinente
para la toma de decisiones desde la gestión pública y/o privada…
pero cinco carreras en Sociología y seis carreras en Antropología en
toda la región, y siendo impartidas en su mayoría solo en las sedes
principales de cada universidad (una barrera de acceso), sugiere
que no existe preocupación alguna o claridad sobre el abordaje de
asuntos contemporáneos tan cruciales.

Énfasis disciplinarios
Para Morales et al. (2021), «clasificar es ejercer el poder,

y ese poder se ejerce intuitivamente en el caso de sistemas de
clasificación que no tienen una fuerte base epistemológica, como
los que suponen la existencia de ciencias exactas y su intuición
contraria, las inexactas» (p. 5). Este ejercicio de clasificación, que
debiese de responder a argumentos ontológicos y epistemológicos,
para los autores es importante ya que «una buena clasificación
de las disciplinas y de las áreas puede ayudar a resolver debates
como los de la pertenencia de la historia a las ciencias sociales o
las humanidades…» (p. 18).

Cabría preguntarse: ¿están teniendo las IES estatales estos
debates? Si en la actualidad las Ciencias Sociales son visualizadas
desde lo inter y multidisciplinario, ¿sigue siendo importante el
saber dónde y cómo encajarlas? Para el presente caso, en la Tabla 6
se documentan las áreas y/o facultades a las cuáles se encuentran
adscritas las carreras estudiadas en cada país.

61TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Tabla 6. Áreas en las que se encuentra adscrita la formación
académica

País
Ciencias Sociales

Educación Sociología Antropología
Belice Faculty of Education

and Arts X X

Guatemala Facultad de
Humanidades

Escuela en Ciencia
Política Escuela de Historia

Honduras Facultad de
Humanidades y Artes

Facultad de
Ciencias Sociales

Facultad de
Ciencias Sociales

El Salvador Facultad de Ciencias
y Humanidades

Facultad de
Ciencias y
Humanidades

Facultad de
Ciencias y
Humanidades

Nicaragua
Área de
conocimiento:
Ciencias de la
Educación e Idiomas

X
Área de
conocimiento:
Humanidades y
Ciencias Jurídicas

Costa Rica
Facultad de Letras
Facultad de
Educación

Facultad de
Ciencias Sociales

Facultad de
Ciencias Sociales

Panamá Facultad de Ciencias
de la Educación

Facultad de
Humanidades

Facultad de
Humanidades

Fuente: elaboración propia con base a información recopilada.

En términos conceptuales, una facultad se concibe desde la
capacidad o aptitud natural, física o moral que tienen las personas
para realizar una cosa, o la autoridad o derecho que tiene una
persona en función de su cargo o de su empleo para hacer ciertas
labores; en términos de una IES, se considera como cada una de
las divisiones académicas de una universidad en las que se agrupan
diversos estudios. Lo previo refiere tanto a términos organizativos
como de capacidades.

Clasificar es una forma de organizar el conocimiento (o como
dijo Torres Rivas en 2011, «la administración de las ciencias», p. 4),
mismo que puede ser «objetivado» como una carrera que requiere
del establecimiento de saberes, procedimientos y metodologías
que conlleven la consecución de un perfil profesional en específico;
implica impregnar un carácter sistémico y formal a una currícula
que logre facultar habilidades y competencias.

62 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

Según la Tabla 5, la Sociología y la Antropología (siendo
minorías), son vistas organizativamente desde las Ciencias, las
Humanidades, las Ciencias Sociales e inclusive desde la Historia,
la Política y la Jurisprudencia. La Educación es abordada en su
mayoría desde propiamente el ámbito educativo, pasando por las
Humanidades, las Letras e inclusive las Artes.

Desconociendo cuál fue la razón de organizar de tal forma
las facultades y el por qué estas disciplinas se encuentran adscritas
a las mismas en las IES estudiadas, se observa que si bien varias
son Ciencias Sociales (Derecho, Educación, Política, Sociología,
Antropología), otras se conciben como Humanidades. Morales et
al. (2021) alertan que «el problema es que tales clasificaciones no
siempre se dan desde perspectivas teóricamente fundamentadas,
sino desde perspectivas pragmáticas, lo que puede generar o
profundizar tensiones en la práctica de las disciplinas y en la
búsqueda de la transversalidad o de la interdisciplinariedad» (p.
3).5

Es necesario que las IES realicen realizar el ejercicio de
abstracción de organizar la formación académica por áreas de
conocimiento, a fin de proporcionar a las disciplinas un marco
conceptual, facilitar la especialización y guiar el desarrollo
curricular (y las posteriores revisiones y actualizaciones de la
oferta académica).

Aunque el enfoque multi e interdisciplinario en las Ciencias
Sociales tiene muchas ventajas (considerando que varias de las
disciplinas enunciadas son del mismo campo), también puede
presentar desafíos, puesto que cada disciplina tiende a tener sus
propias teorías, metodologías y enfoques de investigación, además
de su propio lenguaje técnico, corriendo el riesgo de propiciar en
el ejercicio de las disciplinas una comprensión superficial de los
fenómenos sociales.
5 Ciertos ámbitos, como el educativo y el psicológico, aunque están clasificados dentro
del espectro de las Ciencias Sociales, tienden a veces a distanciarse de estas disciplinas. Por
ejemplo, en el contexto educativo de diversos países, la enseñanza no siempre se vincula
con los estudios de Ciencias de la Educación, y la Psicología se limita exclusivamente
al ámbito de la salud. Por ende, estos campos disciplinarios suelen quedar limitados a
enfoques convencionales, como la pedagogía y la psicología clínica, alejándoles de las
Ciencias Sociales y de las prácticas distintivas vinculadas a esta área, como la investigación
social y el análisis crítico de la realidad.

63TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

Por otra parte, las Ciencias Sociales se enfocan en el
estudio de las sociedades humanas y las interacciones sociales,
y las Humanidades se orientan al estudio del ser humano en su
dimensión cultural y expresiva. Si bien no son áreas excluyentes,
las perspectivas, abordajes metodológicos y los énfasis son
diferentes.

¿Puede ser vista la Sociología desde la Política?, ¿o la
Antropología desde la Historia? Guatemala es un buen ejemplo
de la especialización e interdisciplinariedad en el campo
educativo, mismo que bien pudiera imitarse desde la Sociología
y la Antropología, como, por ejemplo, implementando pre gados
en Sociología de la comunicación, Antropología lingüística,
Antropología cultural, etc. Sin embargo, la especialización en
las Ciencias Sociales no implica desvincularse de otras áreas: es
necesaria la colaboración entre diferentes áreas de conocimiento
para abordar los desafíos complejos que enfrenta la sociedad
actual. Especializarse no implica aislarse: profundizar en un área
en particular es sumar a la comprensión de los fenómenos sociales.

Conclusiones
Las Ciencias Sociales, al permearse entre sí mismas,

aportan para sí variedad de técnicas, es decir, la oportunidad y
el desafío de desarrollar sus propias formas metodológicas (con
el rigor científico que debiese conllevar). Los mismos fenómenos
sociales contemporáneos impregnan de novedad a las formas,
como bien indica Meneses (2018): «que cambie el método y que,
una vez explorado el corpus, las preguntas y las hipótesis se
enuncien mediante algoritmos no es suficiente. Es necesario que
este grupo de técnicas novedosas (…) den como resultado nuevos
paradigmas teóricos» (p. 435). Reiteran al respecto Morales et al.
(2021): «Tener en cuenta una disciplina o un área en su relación
con otras disciplinas o áreas permitirá superar escollos para mejor
enseñarlas, investigarlas, aplicarlas o evaluarlas» (p. 18).

Esto lleva a reflexionar sobre el diseño de la oferta formativa
en Ciencias Sociales: si las disciplinas deben «moverse» en pos
de los nuevos «cómo» e idealmente preparar a los profesionales
para las discusiones y retos contemporáneos del área, el desafío
en formación sería el abordaje y actualización de los programas
al respecto de esas nuevas prácticas y esquemas de pensamiento
híbridos. Si las «… estrategias metodológicas y de análisis se van

64 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

construyendo artesanalmente en función de los problemas de
investigación…» (Alvaro y Garino, 2018, p. 3), estas prácticas
debiesen responder a la criticidad y rigurosidad esperada en
cualquier campo científico.

Un proceso de formación contemporáneo debiese estar
sustentado en los saberes, haceres, actitudes y ser que se espera
formar: facultar desde una disciplina. Para el profesional en
Ciencias Sociales, desde la perspectiva de la subjetividad (el
profesional como ser humano, siendo influencia e influenciado
dentro del mismo proceso) y lo sensible (se trabaja con fenómenos
sociales que tienen a la base seres humanos), lo actitudinal y el
ser de este profesional contemporáneo en estas áreas reviste
particular atención: requiere pensarse, pensar al otro, pensarse
en sociedad, interpelarse.

Luego en el qué saber y el cómo aplicarlo, debiese propiciarse
la obtención de conocimientos válidos, rigurosos y sistemáticos,
en comunión con las actitudes y el ser; en este sentido, Alvaro
y Garino (2018), señalan que «La pregunta no es cómo se llega
a ser (…) sino cómo nos hacemos co-productoras de un nuevo
orden simbólico (…) Nos motiva la necesidad de re-politizar
la práctica (…), colmar de significado el oficio, sus preguntas y
sus respuestas quitándole el andar autómata y reivindicando la
inquietud por la experimentación» (pp. 15-16). La perspectiva de
las investigadoras citadas, apela a un proceso formativo cargado
de re-significaciones desde la investigación, y más que el cómo
(que también es importante), cuestionarse el desde dónde como
una práctica ideológica, problematizar desde la divergencia,
la disparidad, la diferencia: apelar a un modelo constructivista
educativo «sensible». Además, Mora Alfaro (2014) es incisivo al
indicar que:

Las ciencias sociales y las dinámicas académicas no son un
fin en sí mismas; ellas adquieren sentido en cuanto brinden
explicaciones, generen conocimiento y contribuyan a la
formulación de propuestas para buscar el desenvolvimiento
incluyente y sostenible demandado por nuestras sociedades.
(p. 11)
¿Cómo hacer funcionar esto en la práctica?, ¿cómo diseñar

una currícula bajo estas premisas? Kuhn (2004) destaca la relevancia
de los procesos de formación científica, tanto en términos de
la asimilación de paradigmas previos como en la actualización
continua frente a los desarrollos contemporáneos (incluyendo las
diferencias conceptuales, mismas que al ser coetáneas, más que

65TEORÍA Y PRAXIS No.44 Vol. 1 enero-junio 2024

asentadas están en discusión). La Pontifica Universidad Javeriana
(2011), como lo recoge Fuentes Navarro (2011), señala que «…son
motivo de especial preocupación los avances en las nuevas maneras
de generar conocimiento científico que combinan, redefinen
fronteras y dan origen a nuevas modalidades de conocimiento,
de organización académica y de intervención social» (párr. 8).
Es aquí donde cobra particular importancia la sistematización de
experiencias: la documentación, relatoría y análisis de la puesta
en marcha de experiencias académicas «alternativas», bajo estas
nuevas visiones.

Para Rovira (2007), lo cotidianidad contemporánea de las
Ciencias Sociales puede ser calificada como «una etapa de cierta
diversidad inconexa» (p. 22), donde el profesional en Ciencias
Sociales «… es un sujeto que quiere comprender un sujeto. Se
vincula con él en una realidad compartida» (Moreno Aponte, 2017,
p. 225). Lo propuesto por CINDE (2019), plasmado en la Tabla
1, ha surgido de un proceso introspectivo: la sistematización
(concebida como una dinámica que aspira a documentar, describir
e interpretar) implica reconstruir la lógica del proceso vivido como
parte de una experiencia relevante, identificar los factores que
condicionaron su marcha, así como establecer la manera en que
estos factores se vincularon entre sí y con la experiencia como tal,
con la finalidad de interpretarla críticamente, extraer aprendizajes
de ella y mejorar la práctica futura (Rodríguez-Sosa et al., 2019).

El presente ensayo ofrece una panorámica general de la
oferta educativa en Ciencias Sociales en la región centroamericana,
reconociendo la limitación intrínseca de su alcance. Por ende, se
reconoce la necesidad de realizar un análisis del contenido y las
perspectivas de los programas curriculares en estas disciplinas, a
través de futuras investigaciones, a fin de sumar a una comprensión
holística de estas disciplinas en el contexto estudiado.

En una región que se ha visto permeada, influenciada y
observada a través de caleidoscopios ajenos, la sistematización,
tanto de sus experiencias formativas, como de sus ejercicios
investigativos, vendría a ser un proceso crucial de introspección:
a través de ella, se facilitaría la documentación y conservación
del conocimiento, además de su transferencia. Mediante esta
reflexión crítica, puede mejorarse posteriormente el ejercicio
académico (la institucionalización académica, enfoques críticos
y contextualizados a la región), investigativo (producción del
conocimiento, participación activa en debates regionales e
internacionales) y de proyección social (vinculación con la sociedad
y los actores clave).

66 Panorama formativo de las Ciencias Sociales
en Centroamérica

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