52.
Asociacionismo Salesiano Universitario: una
experiencia de acompañamiento en la
Universidad Don Bosco
Roberto Alexander Damas Solórzano
1
roberto.damas@udb.edu.sv
University Salesian Associationism: an
experience of accompaniment at Don Bosco
University
Recibido: 09 de agosto de 2022 Aceptado: 24 de octubre de 2022
ISSN 1996-1642 Universidad Don Bosco, año 14, N° 25, julio-diciembre 2022
Resumen
La siguiente reflexión busca dar a conocer la
experiencia educativo pastoral del programa de
Asociacionismo Salesiano Universitario, que a lo
largo de 10 años ha incidido en muchos jóvenes
universitarios, muchos de ellos ahora profesionales.
En un primer momento se expondrá la naturaleza
del acompañamiento grupal salesiano, así como
la tipología y categorización de las experiencias
grupales, para luego abordar la experiencia
pedagógica del Asociacionismo Salesiano
Universitario en la Universidad Don Bosco y sus
implicaciones.
Palabras Clave: Asociacionismo, acompañamiento,
jóvenes, educación integral
Abstract
The following reflection seeks to make known the
educational pastoral experience of the Salesian
University Association program, which over 10 years
has influenced many young university students,
many of them now professionals. At first, the nature
of Salesian group accompaniment will be exposed,
as well as the typology and categorization of group
experiences, to then address the pedagogical
experience of Salesian University Associationism at
Don Bosco University and its implications.
Keywords: Associationism, accompaniment,
youth, integral education
1
Maestro en Políticas para la Prevención de la Violencia Juvenil en Cultura de Paz. Salesiano Cooperador. Director del
Departamento de Pastoral Universitaria y docente de la Universidad Don Bosco.
Para citar este artículo: Damas, R. (2022). Asociacionismo Salesiano Universitario: una experiencia de acompañamiento en
la Universidad Don Bosco. Diá-logos 25, 52-65
53.
1. El acompañamiento: clave del asociacionismo
Se puede afirmar que el acompañamiento salesiano es un arte, el cual tiene tres
actores claves Dios, el acompañante y el acompañado. Es un arte que se perfecciona
en la medida que se realiza por parte del educador salesiano.
El acompañamiento es una relación de ayuda “temporal” (no para toda la vida) e
instrumental (un medio ordinario en la vida espiritual) que persigue cuatro finalidades
(López & García, 2019):
1. Conocernos a nosotros como personas y conocer el mundo en el que vivimos.
2. Aceptación realista y madura de nuestra forma de ser y de nuestra historia
personal, así como el contexto que nos toca vivir, es decir aceptarse.
3. Cambiarse humanamente: «convertirse».
4. Proponerse los valores cristianos para configurarse con Cristo.
Es un proceso en el cual se ayuda a una persona desde lo profundo de su ser, para
que acoja y responda adecuadamente a Dios, es estar “junto a”, es un camino que
comienza por la realidad concreta de la persona (García, 2019).
Para las Instituciones Salesianas de Educación Superior, IUS (2017) Acompañamos a
las personas en diversos niveles, por medio del ambiente general de la CEP, los grupos,
la relación personal y el acompañamiento personal que se da en tres niveles:
a Acompañamiento de ambiente: Ante todo se acompaña creando un ambiente
educativo basado en la cercanía y la confianza en las personas.
b Acompañamiento personal: Implica que la persona sea tratada en su
individualidad “de tú a tú”, incluso aunque esté inserta en un ambiente o en un
grupo, mediante el encuentro, la “palabra al oído”, el dialogo personalizado.
c Acompañamiento de Grupo: Por medio de él se acompaña a las personas
precisamente procurando su gradualidad y la diferenciación respondiendo a
los diversos intereses de las personas. (p.17)
En esta reflexión profundizaremos en este último aspecto, desde la experiencia
del programa de Asociacionismo Salesiano Universitario desarrollado en la Universidad
Don Bosco desde 2012.
2. El Acompañamiento de grupo: la comprensión de Don Bosco
(Sacaramussa, 1993)
Pero antes de describir nuestra experiencia asociativa en la Universidad Don Bosco,
haremos una aproximación a la comprensión de Don Bosco sobre este mecanismo de
acompañamiento mediante la experiencia de grupo, ya que la práctica del Sistema
Preventivo exige la creación de un ambiente de familia y de participación juvenil.
En la experiencia de Don Bosco percibimos:
a) Pluralidad de grupos
Los grupos responden a necesidades de amistad, de iniciativa, de participación
de los jóvenes. Don Bosco sintió esto en su juventud, cuando organizó con sus
compañeros adolescentes de escuela un grupo que se llamó “Sociedad de Alegría”
(1832). A través de esta y otras experiencias de su vida percibió la fuerza educativa del
grupo para la formación de las personas, particularmente de los jóvenes.
54.
Como educador, animó un conjunto de experiencias asociativas en su proyecto
de vida «El Oratorio de Valdocco», del cual sobresalen las “Compañías”, las cuales
conocemos en la actualidad como Asociaciones o Grupos juveniles, organizadas
de acuerdo con el nivel y la condición de los adolescentes y jóvenes: estudiantes,
aprendices, muchachos que apenas comenzaban, o ya maduros. Tenía así, la
Compañía de San Luis Gonzaga, para la mayoría de los jóvenes (Lenti, 2010). La
Compañía del Santísimo Sacramento. En el tomo III de la Memorias Biográficas,
edición española, se puede comprender la visión educativo pastoral de esta
mediación educativa, que generó el nacimiento del movimiento juvenil salesiano
con el primer grupo juvenil fundado por Don Bosco en 1847, para jóvenes escogidos
entre grupos más avanzados (Amadei, Ceria, & Lemoyne, 1989). Un subgrupo de esa
Compañía lo formaba el pequeño Clero. Para líderes más seleccionados tenía la
Compañía de Inmaculada Concepción
2
, que actuaba, intencionalmente, a favor de
sus compañeros y en la transformación del ambiente; tenían evaluaciones periódicas
de su acción. Para los más adultos, había la Conferencia de San Vicente
3
. Para los
artesanos, la Compañía de San José
4
(Sacaramussa, 1993).
Una experiencia asociativa que merece destacar es la “Sociedad de Mutuo
Socorro”
5
, que se preocupaba de dar protección social a los socios desamparados
o sin empleo.
Don Bosco desarrolló una «inteligencia pastoral» para diversificar las propuestas
educativo pastorales de grupo de acuerdo con la condición y las necesidades de
los diferentes jóvenes que frecuentaban el oratorio, no sucumbió a la tentación de la
masificación, una tentación que se debe prevenir en las instituciones salesianas de
educación superior por la cantidad y diversidad de personas que acompañamos
desde la acción pastoral, se debe diversificar la experiencia de grupos así como las
propuestas de formación y acompañamiento.
Vivir el ASU es una experiencia que marca vidas, me ha ayudado a desempeñarme
como líder, abordar problemas, trabajar en equipo y a descubrir que todas las
personas tenemos un gran potencial, solo hay que involucrarnos para desarrollarlo”.
Elena Marisol Caballero, estudiante de 5° año de Ingeniería Eléctrica, presidente de la
rama estudiantil IEEE-UDB (R. Damas, Comunicación personal 04 de febrero de 2022)
b) Finalidad educativa de los grupos
Don Bosco (Giraudo, Motto, & Prellezo, 2015) veía en las Compañías un espacio
de expresión y crecimiento de los jóvenes. Por eso, acentuaba su finalidad educativa.
Escribía en una carta a los Salesianos, en 1873:
2
Una de las más insignes para el acompañamiento par a par, por parte de jóvenes más destacados con aquellos más
díscolos.
3
MBe. VI, p. 151
4
Una curiosidad de esta compañía, es que Don Bosco la pensó para los artesanos y obreros, en paralelo a la de San Luis
que era para los estudiantes, y fue tan reconocida a nivel social, que bastaba una carta de recomendación de que un
joven había sido integrante, para que el patrono lo contratara sin vacilar. MBe. V, p. 425; MBe. VI, p. 154; MBe. VII, p. 463.
5
Don Bosco creó el 1 de julio 1850 esta asociación para aquellos que no pertenecían a la de San Luis, y corrían el riesgo
de inscribirse en alguna otra a cargo de masones o anticlericales. (MBe. IV, p.66)
55.
Cada uno debe empeñarse al máximo para promover en su casa las pequeñas
asociaciones, como el Pequeño Clero, la Compañía del Santísimo, de San Luis,
de San José, de María Auxiliadora y de la Inmaculada Concepción. Ninguno
tenga temor de hacerlas, de recomendarlas, de favorecerlas y de exponer su
finalidad, el origen, las indulgencias y otras ventajas que ofrecen. Yo creo que
tales asociaciones pueden llamarse clave de piedad, defensa de la moralidad,
sustento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. (p. 635)
Los elementos educativos y pastorales más importantes eran:
El servicio, la oración, la devoción, y la imitación del protector o titular de la
Compañía (Don Bosco a cada compañía le ponía una figura que sirviese de
ejemplo de comportamiento, por ejemplo, San José para a los obreros, San
Luis Gonzaga para a los estudiantes, y así de manera sucesiva de acuerdo al
perfil y necesidades de los muchachos). Los reglamentos daban indicaciones
prácticas y adaptadas a las características de cada grupo, para una vivencia
explícita de la fe. Ante la imagen de la Virgen Inmaculada, muy difundida por
el dogma, que provocó algunas frustraciones en los jóvenes del oratorio al verse
como hijos ‘indignos’ de la figura purísima de la Virgen, Don Bosco presenta a la
Auxiliadora, como «Madre y auxilio de los pecadores», una figura más cercana
y materna que provocó en los jóvenes un proceso de resiliencia, quienes la
veían como ese auxilio materno para poder esforzarse y ser mejores personas
(Mendoza, 2020).
El cumplimiento del deber, para Don Bosco (1873) no existía auténtica piedad
sin la práctica del propio deber. Insistía en el principio de responsabilidad y en
la asunción de las propias obligaciones como camino de santidad cotidiana.
Animaba a los jóvenes a evitar el ocio y a ocupar positivamente el tiempo.
La práctica de la caridad y el compromiso apostólico. Era el sentido de
militancia, oración, de empeño transformador del propio ambiente mediante
el ejemplo y el ejercicio de la caridad cristiana.
c) La organización de los grupos
La organización de los grupos seguía un criterio básico: el de la libertad. La
participación de los grupos era animada por Don Bosco, que orientaba a sus
educadores a hacer lo mismo. Pero nunca obligaba, pues la participación debía
ser un acto de decisión voluntaria del joven, esto ha sido clave para la evolución
del ASU
6
en la Universidad Don Bosco. Esto último es clave para el éxito de cualquier
organización de cualquier tipo y no solo con jóvenes, solo la libertad es el requisito
para la sostenibilidad en el tiempo, así como el necesario relevo generacional y
organizativo.
Para Don Bosco la coordinación y conducción del grupo la hacían los mismos
jóvenes. Este criterio está bien claro en las recomendaciones de Don Bosco a los
directores:
“Las Compañías deben recomendarse y promoverse. Pero ustedes serán solo
promotores, no directores; consideren tales cosas de los muchachos, bajo la asesoría
del catequista, o sea el director espiritual” (Amadei et al.,1989, p.187).
6
ASU, el cual leeremos de ahora en adelante Asociacionismo Salesiano Universitario.
56.
Algunas compañías eran promovidas por los educadores, entregando la
coordinación y conducción a los muchachos. Otras fueron promovidas por ellos
mismos, como la Compañía de la Inmaculada, iniciada por Domingo Savio. En todos
los casos, Don Bosco consideraba importante el acompañamiento por parte del
educador. Su función era promover, animar, orientar, no coordinar o manipular
al grupo. El asesor debía ejercer el mismo tipo de presencia-asistencia del Sistema
Preventivo: estar junto al joven, en actitud de cercanía, sin quitar su libertad, es decir
acompañarlo, esto es lo que en realidad da un protagonismo en la relación de poder
adulto-joven.
3. El grupo como experiencia asociativa pedagógica
El pequeño grupo es una realidad social compleja que puede ser analizado desde
varios puntos de vista. Aquí trataremos de evaluar sus posibilidades educativas.
a Los jóvenes y los grupos
La vida cotidiana de las personas está llena de experiencias grupales. Toda
experiencia social contiene, en su interior, alguna experiencia de pequeño grupo.
Pero en la juventud, los fenómenos grupales se manifiestan de manera más evidente.
¿Cuáles son los motivos que llevan a los jóvenes a congregarse?
Un primer motivo lo encontramos en la misma condición juvenil en medio
de la compleja sociedad de la información. El contexto es de fragmentación de
experiencias sociales y culturales, de aislamiento, el joven vive en el régimen de la
información donde el smartphone como aparato de sometimiento es todo menos
una manera de participación ciudadana. Al publicar sin cesar información privada en
un «escaparate móvil» acelera la desintegración de la esfera pública. Se convierten
en zombis del consumo y la comunicación, en lugar de ciudadanos capacitados
(Han, 2022). El joven encuentra en el grupo un espacio de reconocimiento, de
afirmación de la subjetividad, y de reconstrucción de un sentido unitario para la propia
vida. El grupo da fuerza y respaldo social para la manifestación de los jóvenes en un
mundo dominado por los adultos (“una verdadera participación”). En el ámbito de la
comunidad educativa, el grupo ofrece múltiples posibilidades de participación.
La experiencia del ASU me permitió tener una visión más amplia del campo de
acción de la carrera, también me ha dado la oportunidad de hacer propuestas
que beneficien a la población usuaria final de energía eléctrica en el país y
me ha abierto la puerta para contribuir desde mi área a impulsar acciones
de interés para el sector industrial. Javier Alfredo González Castillo. Alumni UDB
Ingeniero Electricista, Gerente de Energía de la Asociación Salvadoreña de
Industriales ASI y presidente de la Unidad de Transacciones de El Salvador UT.
Graduado en 2017. (R. Damas, Comunicación personal 04 de febrero de 2022)
Pero el grupo responde también a necesidades psicológicas de los jóvenes:
Ayuda a superar la inseguridad ante el mundo adulto, ante los compañeros y
ante la sociedad. El paso del ambiente espontáneo de la familia al ambiente
social más amplio exige el desenvolvimiento de varias potencialidades. Es
preciso aprender a manejar las nuevas situaciones psicológicas internas, con
nuevas relaciones de tipo funcional, contractual, competitivo. El grupo sirve
como espacio de comprensión de la sociedad, de preparación para insertar
57.
al joven de forma activa y transformadora, de ejercicio para mantener la
autonomía personal y el equilibrio en medio de los conflictos, contribuye para la
aceptación de sí mismo y para afirmar la propia personalidad. El grupo ofrece
oportunidad de confrontaciones que desenvuelven y maduran la identidad
personal, responden a las necesidades de valoración, de aprobación y de
prestigio, y estimulan el sentido de autenticidad. Ayuda a desarrollar nuevos
papeles y relaciones en el grupo. El joven asume progresivamente varias
funciones que le permiten experimentar su capacidad de responsabilidad. Las
posibilidades de comunicación que el grupo ofrece ayudan a abrirse a los
demás, a relacionarse con el “otro” de manera real, no desde la virtualidad.
Finalmente, responde a necesidades de formación y crecimiento. El grupo es
lugar primario de toma de conciencia de la propia existencia en la sociedad.
Desarrolla el sentido de libertad, de autonomía personal y, al mismo tiempo,
de solidaridad con el prójimo y la humanidad en general. Ayuda a purificar y a
vivenciar la fe.
b Tipos de agrupaciones
Desde el punto de vista educativo-pastoral, podemos considerar varias formas de
agrupaciones: la masa, la clase, la banda
7
, el grupo. Se caracterizan por determinados
tipos de relaciones, estructura y organización interna, dinámica de funcionamiento,
finalidad. Es necesario evaluar las posibilidades y limitaciones educativas de cada
una.
Las intervenciones de masa (encuentros, fiestas, concentraciones, juegos,
festivales) tienen su finalidad educativa y de animación, ya que desencadenan
energías y estimulan la pertenencia por el “contagio emotivo”. Sirven para
sensibilizar, para reanimar y salir de la rutina. Tienen también fuerza de presión.
Son muy limitadas, sin embargo, como experiencia grupal, y no satisfacen las
necesidades de personalización, relación más estrecha, desempeño de roles,
profundización.
Una propuesta más común es la de la clase. Es la agregación más normal
en las universidades, escuelas o colegios, pero adoptada también con
frecuencia en las iglesias (catequesis, preparación a los sacramentos…) es un
tipo de grupo formal, pero que puede desencadenar procesos educativos. Está
limitado también como experiencia grupal. Las relaciones son superficiales, las
personas crean estereotipos que sirven de máscaras y defensa a los demás
y la institución. Predomina la pasividad, y las energías se canalizan más para
defensa que para cambio y evolución.
La “banda”, o grupo espontáneo es un tipo de agregación natural. Esta
experiencia ofrece posibilidades educativas: permite el nacimiento y desarrollo
de amistades, de habilidades, de fantasía; permite la socialización y la
identificación del joven. La estructura de este tipo de grupo es débil, pues la
persona cambia de compañía apenas sus roles en la banda no le satisfacen.
Las relaciones son uniformes, con personas que se parecen, qué piensan de la
misma forma, que tienen los mismos gustos.
Prevalece la dinámica del apoyo mutuo: se procura la compañía para encontrar
aprobación de las propias actitudes y posiciones. Este apoyo ayuda a superar
ansiedades o conflictos. La banda consigue cohesión, porque uno al otro se dan
7
Entendiendo el término de manera positiva y no desde el marco de la violencia juvenil de Latinoamérica, se comprende
como ese asociarse espontáneo en la esquina, en la cancha, el club, en el centro comercial, entre otros.
58.
la razón. Existe satisfacción por estar juntos y por lo que se hace, pero no se tiene
conciencia y no se pregunta respecto a la finalidad del grupo. No obstante, puede
ser un buen punto de partida. Necesita, sin embargo, de la ayuda de alguien que lo
encamine hacia una experiencia de grupo.
Mediante el ASU he adquirido nuevas habilidades, he aumentado mi liderazgo,
he adquirido y practicado nuevos valores, que sin duda me han impactado
de gran forma en mi vida personal; y lo ha hecho y seguirá haciendo en mi
área profesional. Mauricio Antonio López Velado. Estudiante de 3° año de la
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, presidente de la Asociación
de Comunicadores Universitarios Salesianos, ACUS. (R. Damas, Comunicación
personal 04 de febrero de 2022)
La propuesta que ofrece mayor riqueza educativa es la experiencia de grupo. Es
sólida por su estructuración, por las relaciones que establece, por la dinámica que
la anima, por la claridad de finalidad y objetivos. El grupo tiene “estructura” sólida,
normas de organización y tareas diversificadas y asumidas por los miembros. La
relación” que se establece en grupos permite un conocimiento más profundo de
las personas, pues tiene una buena dosis de información y amistad. La convivencia
se facilita por la estimación recíproca, por la búsqueda de consenso y por el hecho
de que el grupo no es impuesto sino escogido. La “dinámica” que impulsa al grupo
es la voluntad de crecer constantemente y de realizar cambios. Las energías se
canalizan para la comunicación y para el buen desempeño de las actividades. No
existe un encargo de pensar por todos, sino una búsqueda común de los objetivos
que se establecen, es una experiencia que sin duda alguna favorece esa ‘cultura del
encuentro’, la vida es el arte del encuentro, aunque haya tanto desencuentro por la
vida. «Los otros son constitutivamente necesarios para la construcción de una vida
plena»
8
. Un ser humano, afirma el papa Francisco, «ni siquiera llega a reconocer a
fondo su propia verdad si no es en el encuentro con los otros»
9
. El encuentro con el
otro constituye una dimensión esencial de la existencia humana.
Entre los diversos grupos, destacan:
Los grupos de interés: son las que se forman en vista de determinado interés
común. El factor principal de cohesión del grupo es la actividad específica que
les interesa: profesional, artístico-cultural, deportiva, cultural, de comunicación…
Además de responder las necesidades inmediatas de sus integrantes, la
experiencia de estos grupos puede ser elemento de conocimiento personal y
grupal, y servir de base para el desarrollo de otros intereses y potencialidades.
Grupos representativos: son grupos que se organizan como representación de
una determinada categoría de personas o grupos: representantes de ‘bandas’,
de gremios, consejos parroquiales, coordinación de la pastoral juvenil, directorio
académico… Procuran animar la participación de sus colegas, dinamizándolos
y organizándolos para defender sus intereses. Promueven el desarrollo de
la categoría o grupo etario. Este tipo de grupo se puede convertir en una
experiencia importante del ejercicio de ciudadanía, con fuerte incidencia
política.
Grupos de compromiso cristiano: están formados por personas que buscan
el grupo como espacio de crecimiento personal, de convivencia comunitaria,
sobre todo de reflexión y revisión de vida y de acción a la luz de la fe y
8
Fratelli Tutti, 150
9
Ibidem. FT, 87
59.
del evangelio. Lo importante en este tipo de grupo es su dinámica interna,
orientada hacia la formación, el crecimiento de la fe y la espiritualidad. Los
integrantes de este grupo actúan, normalmente, en los demás grupos de
interés o representativos, o en las actividades de la comunidad, buscando la
construcción de una nueva sociedad, es decir la construcción del reino de Dios.
En el lenguaje de fe: ser luz, sal y fermento en la masa.
En el ASU aprendí a pensar más en los demás y no solamente en el beneficio
propio; a prepararme mejor acercándome a la realidad laboral e industrial
cuando realizábamos talleres y visitas técnicas a diferentes industrias.
Actualmente trabajo en una de las plantas industriales más grandes del país y
la cual conocía gracias a que ya habíamos organizado visitas para estudiar sus
procesos. Henry Alberto Orellana Alfaro, vicepresidente Alumni UDB, Ingeniero
en Automatización actualmente Ingeniero de mantenimiento y automatización
en Industrias la Constancia, graduado en 2015. (R. Damas, Comunicación
personal 04 de febrero de 2022)
c Proceso grupal: el grupo como espacio educativo
La conciencia del valor del grupo orienta la tarea educativa en el sentido de
proporcionar esta experiencia a los jóvenes, promoviendo y acompañando la
maduración de los grupos y, por consiguiente, de las personas dentro de ellos. Las
personas crecen en el grupo, y crecen con el grupo.
Para el desarrollo de un proceso grupal, sin embargo, es necesario hacer una
distinción inicial entre grupos primarios y grupos secundarios. Primarios son aquellos
compuestos por un número relativamente pequeño de miembros, entre las cuales
prevalecen las relaciones intersubjetivas
10
, las cuales entran en la finalidad misma del
grupo. En cambio, en los grupos secundarios prevalecen las relaciones funcionales,
orientadas a la organización y a la necesidad de ser eficientes en las acciones hacia
afuera del grupo.
Todos los grupos tienen su valor, pero las ventajas educativas van al primer tipo. Por
eso, el punto de partida puede ser cualquier tipo de grupo en el que las personas se
encuentren, pero el proceso de crecimiento grupal se da solo cuando sus miembros
despiertan a la experiencia del grupo primario desde las relaciones intersubjetivas.
Es sugestiva en comparación del crecimiento del grupo con la evolución de la
vida humana. Así como la persona, también el grupo pasa por varias fases: prenatal,
infancia, adolescencia, juventud, madurez, ancianidad. El educador debe cualificarse
para ayudar a los diferentes estadios de un proceso de crecimiento grupal.
Un riesgo que se corre es el de desarrollar un programa presuponiendo que el
grupo camina linealmente. En este sentido, comienza “de cero” para llegar a la
militancia. Hace un programa para el grupo y no un programa a partir del grupo. En
una metodología de formación en la acción, la militancia no se ve como punto final,
sino que atraviesa todo el proceso.
Gracias a integrarme a las ASU, he adquirido un sentido de responsabilidad,
compromiso, esfuerzo, proactividad y liderazgo que aplico constantemente dentro de
mis relaciones interpersonales y mis ambientes laborales donde son de gran utilidad”.
10
Proceso recíproco por el que se comparte la conciencia y conocimiento de una persona a otra...
60.
Ramiro Alexis Olivo Velásquez, estudiante de 5° año de la Licenciatura en idioma inglés
especialidad turismo (R. Damas, Comunicación personal 09 de abril de 2022).
La animación de los grupos
En la comprensión actual del proceso educativo, la experiencia grupal es al mismo
tiempo contenido y método. La persona se educa a través del grupo. El grupo deja
de ser simple medio pedagógico, metodología didáctica para la transmisión de
contenidos: se vuelve espacio de experiencia pedagógica en sí mismo.
El proceso educativo, en la línea del Sistema Preventivo, privilegia experiencia de
grupo, teniendo en vista las necesidades de los jóvenes y las posibilidades que el
grupo ofrece. La manera de expresar los valores hoy será diferente, pero los elementos
educativos básicos permanecen y son irrenunciables. Los grupos continúan siendo
siempre espacio privilegiado de experiencia de socialización, de crecimiento
personal, de formación para la vida. En una visión pastoral, los grupos hacen posible
vivir la experiencia de comunidad, de iglesia, fortalecer la espiritualidad, en vistas a la
maduración vocacional y de la vivencia de fe. La organización de este proceso toma
en cuenta algunos criterios importantes:
Propuesto a todos
11
. El grupo no es pasatiempo, sino una experiencia educativa
que debe ser ofrecida a todos. No puede ser impuesta, pero la propuesta debe
de ser de calidad, para que pueda interesar a la mayoría.
Pluralidad de los grupos. Algunos grupos surgen espontáneamente, por
afinidades naturales, por amistades que se van formando, o en torno de alguien
con capacidad de liderazgo. Otros grupos son propuestos o creados con
características más estables y con organización más definida. Los educadores
deben orientarse con el criterio de valorar positivamente los diversos grupos,
estimular su creación con los demás y con la comunidad.
Propuesta educativa integral. “En todos los tipos de grupos, a partir de los
intereses centrales de los mismos, se trata de ayudar a los jóvenes en su
crecimiento humano y cristiano” (Bermúdez, 2010, p. 17). En sentido pastoral, el
grupo puede ofrecer una experiencia de Iglesia, siendo un espacio de vivencia
comunitaria de la fe y de maduración vocacional.
4. Hacia una sociedad alternativa
Fiel al carisma salesiano y a la Pedagogía del Sistema Preventivo de Don Bosco, la
experiencia de grupo busca formar actitudes y estructuras estables en la personalidad
de los jóvenes, mediante lo que hoy se conoce como habilidades sociales (autoestima,
socialización, participación, autonomía, solidaridad, responsabilidad, voluntad,
diálogo, tolerancia, una convicción profunda de fe formada y comprometida), que
les permitan actuar como personas libres y les orienten en la comprensión crítica de la
realidad y en la comunión solidaria con las personas (Attard, 2014). Es decir, “buenos
cristianos y honestos ciudadanos”, mediante una experiencia comunitaria basada
en la presencia, con espíritu de familia, de los profesores y el personal de gestión entre
y para los alumnos, un estilo académico y educativo de relaciones basado en el
afecto demostrado a los alumnos y percibido por ellos (“amorevolezza”). (IUS, Carta de
Identidad de las institucuiones salesianas de educación superior, 2003). Nuestro modelo
educativo se caracteriza por la confianza en la persona -el humanismo cristiano de
San Francisco de Sales-, una comunidad claramente identificada con el carisma
11
Lo que implica no solo agrupaciones solo para los estudiantes, sino para todos los miembros de la comunidad universitaria
mediante una propuesta diversificada de acuerdo a las necesidades e intereses.
61.
salesiano, una propuesta creativa integral, un ambiente de relaciones cordiales y
rico en experiencias de crecimiento en un clima de familia, el protagonismo de los
jóvenes y la sensibilidad de la opción por los jóvenes más pobres (Bermúdez, 2010).
En mi vida personal (el ASU), me ha hecho dar lo mejor de mí en todo momento,
aún para la cosa más mínima, estar dispuesto a ayudar en todo momento; ha
mejorado mi capacidad de trabajar en equipo y comprender las decisiones
de los demás, estando consciente en todo momento que en equipo y unidos
se logran cosas más grandes. Bryan Josué Alberto Elena estudiante de 2° año
de ingeniería en Ciencias de la Computación, y presidente de la Asociación
Salesiana de Estudiantes en Ciencias de la Computación, Campus Antiguo
Cuscatlán. (R. Damas, Comunicación personal 09 de abril de 2022)
Esta experiencia de grupo como mecanismo pedagógico para la cultura del
encuentro es clave para poder formar desde y con los jóvenes (y todas las personas
de la comunidad universitaria), una sociedad alternativa basada en la amistad social
propuesta por el papa Francisco, que debe ayudar a comprender que la mera suma
de los intereses individuales no es capaz de generar un mundo mejor para todos. Entre
tantos males globales es importante comprender que el individualismo radical es el
virus a vencer en esta época
12
, ya que es el origen de la cultura del descarte.
A través de esta experiencia micro, dentro de una agrupación en la Universidad
Don Bosco, los jóvenes encuentran un terreno fértil para cultivar valores tan importantes
como el diálogo que implica: acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse,
tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto
13
, disentir ya que para ayudarnos
necesitamos encontrarnos y convivir, esto es lo que permitirá a nivel macro un diálogo
social fruto de un proceso pedagógico para la amistad social.
5. El Asociacionismo Salesiano Universitario en la UDB, una experiencia
de amistad social
14
.
Aunque el ASU involucra a toda la Comunidad Universitaria, los destinatarios
preferenciales son los jóvenes estudiantes, las Instituciones Salesianas de Educación
Superior (IUS), hacemos una opción preferente a favor de los jóvenes de las clases
populares, superando todo planteamiento elitista no solo respecto a los destinatarios
sino también a la orientación de la investigación y al desarrollo de los distintos servicios
universitarios (IUS, Carta de Identidad de las institucuiones salesianas de educación
superior, 2003), por lo anterior, esta opción preferencial, busca un empoderamiento
del joven
15
que lo vuelve protagonista de su propia gestión educativa, que le ayuda a
desarrollar habilidades morales, espirituales, técnicas y científicas, habilidades sociales
para la vida, y para la sociedad, es decir un desarrollo integral de la persona desde
nuestro modelo pedagógico (Bermúdez, 2010).
12
Fratelli Tutti, .105
13
Ibídem, n. 198
14
Para conocer a detalle la experiencia de este programa puede acceder al siguiente enlace: https://www.udb.edu.sv/
udb/pagina/asociacionismo_universitario_salesiano
15
Es decir, un verdadero empoderamiento que crea los mecanismos, las condiciones, y los espacios, mediante los cuales
los jóvenes inciden en los procesos estratégicos y de planificación, académicos y pastorales de la universidad, así como
de los propios y de grupo, como protagonistas de la mejora continua de la calidad educativa de la universidad Don Bosco
y de sus vidas.
62.
Hace diez años que inició el programa de Asociacionismo Salesiano Universitario
en la UDB, en el año 2012, con algunas asociaciones que pertenecían a las facultades
de Ciencias Económicas y de Ingeniería, posteriormente se fueron desarrollando las
asociaciones de las facultades de Aeronáutica, Ciencias Económicas y Humanidades.
El programa ASU, promueve y desarrolla el liderazgo y la participación de los jóvenes
de forma activa dentro y fuera de la universidad, es una de las opciones de nuestro
modelo educativo por una educación que promueva la participación de todos los
actores y que conduzca al desarrollo humano integral (Bermúdez, 2010); ello se logra
por medio del acompañamiento del cual ya hemos reflexionado previamente.
La experiencia del ASU sirve para la aceptación del joven de sí mismo y a la vez para
afirmar la propia personalidad, la experiencia de grupo en las asociaciones ofrece
oportunidad de confrontaciones que desenvuelven y maduran la identidad personal,
responden a la necesidad de valoración, de aprobación, de prestigio, y estimulan
el sentido de autenticidad, además, el asumir progresivamente varias funciones
por parte del joven dentro de la estructura asociativa en la universidad, le permiten
experimentar su capacidad de responsabilidad. Las posibilidades de comunicación
que la experiencia asociativa le ofrece le ayudan a abrirse a los demás, a relacionarse
con el otro, a vivir la ‘alteridad’; el ASU responde a las necesidades de formación
y crecimiento, el grupo es el lugar primario de toma de conciencia de la propia
existencia en la sociedad. Desarrolla el sentido de libertad, de autonomía personal
y al mismo tiempo de solidaridad con el prójimo y con la humanidad en general, le
humaniza. Capacita para la realización del propio proyecto de vida, ayuda a purificar
y a vivenciar la fe, ofrece mayor espacio de aproximación, de reflexión a partir de
los problemas que los jóvenes están viviendo
16
(Damas, 2014). Es una mediación
desde nuestro modelo educativo y pedagógico que favorece las competencias para
desenvolverse en la vida, para saber actuar de manera pertinente en contextos
complejos, este saber actuar en la vida misma de forma holística e integral donde
entran en acción todas las dimensiones del ser humano: la inteligencia, la voluntad,
el sentimiento (Bermúdez, 2010) y también la fe.
En el ASU aprendí que como jóvenes nuestra voz es importante, que tenemos
ideas innovadoras y un gran alcance cuando trabajamos juntos, desarrollé mi
liderazgo para apoyar las causas que considero nobles, entendí que la vida se
trata de hacer lo ordinario extraordinario, con alegría y excelencia, esos valores
los llevo grabados y los aplicó en mi vida tanto profesional como personal.
María José Escamilla Gallardo, Alumni UDB Ingeniera en Telecomunicaciones,
Global Network Operations Sr. Administrator en Telus International El Salvador,
graduada en 2020. (R. Damas, Comunicación personal 04 de febrero de 2022)
¿Cómo se organiza esta experiencia?
Las asociaciones universitarias tienen su propio gobierno, que es estructurado y
animado por los mismos estudiantes, desde la autonomía, donde los educadores
son acompañantes de la experiencia y no directores de dicho proceso, lo que
permite una participación significativa y real de los jóvenes universitarios (IUS, 2018);
las asociaciones se acompañan y animan desde la Secretaría General, a través del
16
Un ejemplo claro es el voluntariado universitario salesiano, que procura contextualizar el conocimiento en el sufrimiento de
los demás, y como este debería servir para aliviarlo, ejercitando la caridad evangélica al servicio de los pobres, así como
las reuniones de los consejos de las asociaciones con las autoridades de la UDB, para el involucramiento en la solución de
los problemas académicos, administrativos y educativos, que les atañen como estudiantes, a la vez de proponer proyectos
e iniciativas que mejoran el ambiente educativo y el espíritu de familia.
63.
departamento de Pastoral Universitaria, con el apoyo de las escuelas y departamentos;
se organiza a los jóvenes por disciplinas o grupos de interés, mediante elecciones
democráticas entre los mismos jóvenes, con asambleas, reuniones o congresos, para
la elección de una junta directiva o grupo animador, compuesto por el presidente
o representante, vicepresidente, secretario, administrador o tesorero, y tres vocales,
que desempeñan funciones de animación y coordinación de acciones, procesos y
proyectos, mediante equipos de trabajo y comisiones que involucran a los estudiantes
de la escuela o facultades; es importante mencionar que la organización es flexible,
ya que en disciplinas más numerosas con más miembros, se pueden crear comisiones
o equipos de trabajo según la necesidad o pertinencia. Este gobierno estudiantil es
autónomo mas no independiente, regido por el Reglamento General del ASU, que
establece las obligaciones y derechos. Los educadores deben dejar su autonomía,
pero acompañarlos y asistirlos frecuentemente para que desarrollen sus iniciativas.
Esta asistencia o acompañamiento se caracteriza por una presencia amable por
parte de educadores mediante un clima de confianza, un ambiente de familia,
propio del Sistema Preventivo Salesiano, en pocas palabras es estar con los jóvenes y
habitar su cultura para comprenderlos e impulsarlos (Attard, 2014).
Actualmente la Universidad Don Bosco cuenta con 22 asociaciones activas con
450 jóvenes involucrados de las diferentes facultades, carreras y ciclos, las cuales
durante estos 10 años han desarrollado diversos procesos y acciones:
1. Acciones de voluntariado.
2. Acciones de Aprendizaje-Servicio.
17
3. Círculos de Estudios y acompañamiento estudiantil (Peer Mentoring).
4. Proyectos académicos al interno de la Institución: Jornadas Técnicas, Diplomados,
cursos, congresos, conferencias, ferias, visitas técnicas, conversatorios, eventos
culturales, entre otras actividades.
5. Actividades extras de formación espiritual para el desarrollo integral de los
estudiantes, encuentros, retiros, convivencias y jornadas de espiritualidad que
fortalecen la fe y la identidad salesiana.
6. Participación en eventos externos en los cuales los miembros de las asociaciones
representan a la Universidad dentro y fuera del país.
7. Presentación de propuestas de proyectos e investigaciones a nivel institucional.
8. Diálogo frecuente y constante con las autoridades, el cual permite conocer
de primera mano las inquietudes de los estudiantes y dar respuesta a las
mismas, al mismo tiempo las autoridades académicas expresan las decisiones
e innovaciones que se proyectan en la Institución, aspectos de mejora y los
desafíos que se tienen, para los cuales los jóvenes juegan un papel protagónico,
todo en un ambiente de familia y confianza.
En este último aspecto, las reuniones generales de ASU, permiten una estrecha
relación con la rectoría, la vicerrectoría académica y la secretaría general, una
vivencia clara de ese ambiente oratoriano de toda casa salesiana, en el cual los
jóvenes perciben el afecto genuino de los educadores hacia ellos, ese ambiente de
familia clave para el proceso de educación salesiana.
17
En educación superior las exigencias de aprendizaje-servicio se identifican como Compact-Campus y Service Learning.
Puede consultarse en www.compact.org y www.servicelearning.org.
64.
Estas acciones y procesos, por mencionar algunos de muchos más, han
fortalecido la identidad salesiana a diferentes generaciones de estudiantes, muchos
ya profesionales, con estos últimos se ha podido iniciar la asociación de Antiguos
Alumnos de esta casa de estudios,Alumni UDB’, que convoca a todos los graduados
de la universidad, pero que es liderada por los miembros que previamente han vivido
la experiencia del ASU en su proceso de formación.
El ASU fue y seguirá siendo un factor clave en mi crecimiento. Ya que en mi vida
personal noto que he logrado la proactividad para transformar situaciones difíciles
en oportunidades de mejora. En mi vida profesional puedo notar la capacidad
de trabajar en equipo a través del acompañamiento salesiano aprendido y
la creación de un ambiente de confianza y apoyo para el crecimiento de las
personas que trabajan a mi alrededor. María José Salvador, Alumni en Ingeniería
Industrial, Líder de Proyectos en Aeroman, graduada en 2014. Actualmente
presidente de la Asociación Alumni UDB. (R. Damas, Comunicación personal 04
de febrero de 2022)
La Universidad Don Bosco le apuesta a una acción pastoral orgánica y organizada,
desde su proyecto institucional, el cual determina la acción pastoral de la institución, es
desde ese proyecto institucional que se determinan: recursos humanos, infraestructura,
presupuesto, recursos estratégicos o de planificación, así como recursos pastorales
para este programa. Hoy la formación de un buen profesional debe incluir su
formación como ciudadano y como persona, por ello la universidad es un espacio
de construcción, no solo de conocimientos sino, de competencias y valores, en el
que los estudiantes que allí se formen puedan aprovechar al máximo los recursos que
ella le ofrece (Damas, 2015).
Reflexión final
Un nuevo nihilismo se extiende en nuestros días, fruto de las distorsiones patológicas
de la sociedad de la información, que dan como resultado la renuncia a la verdad,
se pierde la creencia en la facticidad, vivimos en un universo desfactificado
18
y que
no dialoga con el otro, un filtro burbuja’
19
que impide dialogar con los demás; en el
mundo digital la esclavitud es creerse libre, cuando en verdad se está encerrado en
el régimen de la información y los datos (Han, 2022). El acompañamiento de grupo
permite madurar en el amor, caminar en la verdad, el amor reclama una creciente
apertura, mayor capacidad de acoger a otros, a la verdad, en una aventura nunca
acabada que integra todas las periferias hacia un pleno sentido de pertenencia mutua.
Jesús nos decía: Todos ustedes son hermanos
20
. Se nos propone, pensar y gestar un
mundo abierto con otros, que tenga en el centro un amor universal, que promueva
a las personas y eso implica diálogo y amistad social. Contrarrestar la cultura del
descarte con la cultura cristiana de la solidaridad, del encuentro y la amistad social
ante el aislamiento es un imperativo que compete a todos, es un objetivo constante
de la enseñanza social de la Iglesia
21
, y que, como instituciones salesianas de
educación superior, estamos llamadas a asumir con seriedad y compromiso, porque
como dijeron los obispos latinoamericanos: Esperamos…acompañar a los jóvenes
en su formación y búsqueda de identidad, vocación y misión, renovando nuestra
opción por ellos (Conferencia del Episcopado de América Latína y El Caribe, CELAM,
2007).
18
Es decir que las posturas no se fundamentan ni en la ciencia, la realidad o los datos, sino en las propias cosmovisiones
personales sin ningún fundamento, más que la emoción.
19
Una actitud de los usuarios de buscar única y exclusivamente la información, nula o pocamente fundamentada, que
refuerce sus posturas individuales.
20
Fratelli Tutti, n.95
21
Documento Conclusivo de Aparecida, n. 480
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65.