8.
La UNESCO (2021) señala que, en un currículum orientado por competencias, el
perfil de egreso de un alumno al finalizar su educación escolar sirve para determinar
los tipos de situaciones que el estudiante tiene que resolver de forma eficaz y eficiente
al finalizar su nivel académico.
Para las siguientes décadas es fundamental buscar, desde los niveles básicos
y medios, el desarrollo de metodologías activas y disminuir, paulatinamente, la
memorización y reproducción de conocimiento teórico. Mosquera (2020) expone que
las metodologías activas son las que permiten un aprendizaje en el alumno de forma
activa, autónomo, competente, crítico, lo convierte en el protagonista de su propio
aprendizaje.
En esta línea se encuentran las siguientes metodologías: Aprendizaje Basado en
Proyectos (ABP) en el que los estudiantes trabajan de manera colaborativa, investigan y
construyen el conocimiento. Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) en el que a partir
de una problemática trabajan mediante grupos, investigan y proponen soluciones.
Aprendizaje Basado en el Pensamiento (TBL) en el que mediante un proceso de
investigación profundizan aquello que se da por aceptado, cuestionan, confrontan
y crean su propio conocimiento. Aula Invertida o flipped classroom, en la que se
propone leer en casa todos los materiales didácticos y en un encuentro sincrónico
o clase presencial se discute, dialoga y se trabajan los proyectos (Rocha Espinoza,
2020).
Para lograr estas iniciativas planteadas en educación básica y media es
fundamental desarrollar un sistema integral de formación, capacitación y
actualización del personal docente y administrativo de centros educativos públicos y
privados a nivel nacional.
Finalmente, los centros escolares del país deben ser espacios donde los
niños y adolescentes puedan socializar, aprender, ser ellos mismos, desarrollar
sus competencias y prepararse para la vida universitaria. En ese sentido, se debe
garantizar una infraestructura física y tecnológica adecuada donde se generen
entornos seguros, inclusivos, de armonía y eficaces para todos los alumnos, personal
y administrativo a nivel nacional.
Educación superior
Las planificaciones estratégicas de las universidades deben ir encaminadas a
fortalecer la docencia, investigación y proyección social.
Con la finalidad de ampliar la cobertura educativa, contribuir a erradicar la
inequidad educativa, brindar más acceso a las oportunidades de profesionalización y
educación continua, muchas instituciones de educación superior privadas y públicas
desarrollan programas académicos de licenciatura, ingeniería, especializaciones,
maestría y doctorados en las modalidades: semipresencial y virtual.
En ese sentido, en el eje de la docencia se debe garantizar la formación de
alumnos en pregrado, grado y posgrado con programas académicos de excelencia
en cualquier modalidad de estudio (presencial, semipresencial o virtual), articulados
con el emprendimiento, innovación, investigación científica y proyección social.