
82.
Terremoto
social en El
Salvador
solución para garantizar que éstos ya no cobren tantas víctimas humanas y que
sus efectos y pérdidas materiales sean las menos posibles.
Todo el texto, desde la particularidad de los distintos autores, intenta dar una
opinión cualificada de los eventos naturales que en Centroamérica y particularmente
en El Salvador, se convierten en calamidades socio-naturales y antrópicas.
Es importante destacar que según las investigaciones del Centro de Protección
para Desastres (CEPRODE), fue el proceso de industrialización del café (que arrancó
a finales del siglo XIX) y la introducción del algodón en toda la zona costera del
país, a partir de la década del 1950, lo que comenzó a abonar el terreno para
convertir al país en un lugar fértil para los desastres hidrometereológicos.
Para cultivar el algodón, por ejemplo, se talaron muchas hectáreas de bosques
costeros y de manglares, que son conocidos por su función de prevención de
inundaciones y como rompevientos para mitigar los efectos de posibles huracanes.
No obstante esto, son los factores sociales los que en los últimos años se han
convertido en un detonante para que los fenómenos naturales se traduzcan en
desastre. Antes del "Mitch", en Centroamérica ya había un déficit millonario de
viviendas. Además, 24% de los niños y niñas centroamericanos/as padecen de
desnutrición crónica; uno de cada tres centroamericanos mayores de 15 años
es analfabeto, y el acceso a salud, empleo y otros servicios básicos es limitado.
En definitiva, pues, los terremotos ocurren. Pero el desastre es sólo producido o
agravado por la acción o la inacción humana.
No cabe duda que una lectura como ésta, ayuda a comprendernos mejor los
ámbitos sociales y ambientales. El Salvador es altamente vulnerable. Eso es de
todos sabido. El asunto es saber en qué consiste esta alta vulnerabilidad. Con la
lectura de este libro se logra comprenderlo mejor. Por tanto, se vuelve de lectura
indispensable para todo estudiante y docente que vive en este país, El Salvador.
Como dijo Alberto Uribe en Estocolmo en 1999 ante funcionarios del BID, "Existen
tres causas fundamentales que dominan los procesos de desastres en el mundo,
siendo éstas: la vulnerabilidad humana causada por la pobreza y la desigualdad;
la degradación ambiental causada por el abuso en el uso de la tierra, y la rápida
expansión demográfica, especialmente entre la gente pobre".
Al final del documento se encuentra un índice de documentos sobre los terremotos
en El Salvador y desastres en general, que son una fuente de información de
mucha utilidad.