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El equipo de Investigación y Desarrollo de T-Box estuvo a cargo de realizar esta
etapa de pre-evaluación, la cual daría como resultado el listado de los 20
proyectos que clasifican a la final de la competencia. Los criterios para evaluar
cada proyecto se definieron en la etapa de preparación y, basado en dichos
criterios, se produjo la guía de evaluación con 10 indicadores específicos. El
puntaje máximo que podía obtener cada equipo es de 100 puntos, pues cada
indicador se ponderó con una escala del 1 al 10.
En la pre-evaluación, los miembros del equipo encargado de esta etapa
identificaron que la mayoría de proyectos presentados constaba de una
conceptualización original del juego, con un nivel de diseño y programación
muy bien logrado. Uno de los evaluadores, lo define así: “Este proceso de diseño
del juego de video en Kodu combina muchas de las habilidades requeridas
en el Siglo XXI, las cuales son indispensables para el éxito de los estudiantes
en un futuro: pensar creativamente, comunicarse, analizar, colaborar, diseñar y
aprender continuamente.”
Crear proyectos con Kodu también ayuda a los estudiantes a desarrollar fluidez
en el manejo de la tecnología. ¿Qué significa la fluidez? Para considerar que
una persona domina el español, el inglés o cualquier otro idioma, es necesario
que aprenda no sólo a leer sino también a escribir, es decir a expresarse con
el lenguaje. De manera similar, tener competencia en tecnología informática
implica no solamente interactuar con la computadora, sino además crear y
resolver problemas con ella. ¡Nuevamente surge el Pensamiento Computacional!
Muchos estudiantes no elegirán la programación como su profesión, así como
la mayoría no serán escritores profesionales. Pero aprender a programar trae
beneficios muy concretos: permite que los estudiantes se expresen de manera
más completa y creativa, les ayuda a desarrollarse como pensadores lógicos
y a entender el funcionamiento de las nuevas tecnologías que encuentran las
diferentes actividades de su vida.
Finalistas
“El juego de video trata de ganarle una carrera a tu oponente y con seguir 50
puntos. El circuito o la pista donde corren está dividida en seis mundos: el primer
mundo está sumergido en agua, el segundo es un desierto, el tercero es una isla
de nieve, el cuarto es un bosque, el quinto es un laberinto y la isla final es en la
que está ubicada la fábrica.” Así describen su juego los estudiantes del Colegio
Bautista San Salvador, uno de los proyectos seleccionados como finalistas en
la etapa de pre-evaluación. El título de este juego es “El Gran Prix de la Mega
Fábrica”.