3.
Para nadie resulta desconocido que desde hace mucho tiempo, Google dejó
de ser un simple motor de búsqueda para convertirse en el gigante de servicios y
productos relacionados con Internet. Actualmente, Google supera los dos trillones
de búsquedas en el año y domina más del 40 % del tráfico en Internet a nivel
mundial. Uno de sus servicios es Google Académico (GA), que se especializa en
proporcionar una forma simple y gratuita de acceder a la literatura académica.
Efectivamente, desde GA se puede acceder a resúmenes, artículos, tesis y libros
escritos por profesionales, académicos e investigadores, prácticamente de
todas partes del mundo, sobre todas disciplinas del conocimiento humano. GA
cuenta con más de 160 millones de documentos únicos, la mayoría de ellos en
versiones de texto completo que superan bases y mediciones bibliométricas de
otras bases de datos. Desde aquí, se visibilizan y se ponen a disposición para
que las personas puedan acceder desde sus computadoras las reflexiones,
análisis, conocimientos científicos y culturales producidos por académicos e
investigadores. GA es, entonces, una gran vitrina al mundo de la producción
científica donde toda universidad e investigador que se precian de hacer
investigación debería aparecer.
En el 2015, GA inició una especie de experimento: diseñar un ranking de los
investigadores con base a las citas de sus publicaciones. Aunque GA reconoce que
dicho “experimento” es todavía una versión beta que adolece de errores y vacíos,
lo cierto es que dicho ranking se viene perfeccionado en cada nueva edición. Para
el 2016, presentó su cuarta edición, una versión actualizada y depurada.
Hay que decir que dicho ranking involucra muchas aristas, como la investigación
(producción, publicación, visibilización), las citas de las publicaciones y su
Los investigadores salvadoreños
en Google Académico
Editorial
Salvadoran researchers in Google Scholar
Para citar este artículo: Martínez, N. R. (2016). Los investigadores salvadoreños en Google Académico [Editorial].
Diá-logos 18, 3-6.
Editorial
4.
incidencia, el investigador, y las instituciones, generalmente universidades. Aquí,
el impacto y la contribución del investigador al cuerpo de conocimientos se
miden por las citas de sus publicaciones. Es decir, se mide por el reconocimiento
y por cuánto retoma de su producción la comunidad científica/académica a
través de las citas, más que por su volumen de publicaciones o sus ventas. Un
investigador puede tener muchas publicaciones disponibles en GA, pero si nadie
lo cita, su impacto es cero. A más citas, mayor impacto. De igual manera, un
investigador puede tener muchas investigaciones o un académico haber escrito
miles de páginas, pero si estas no son visibles y no están disponibles en Internet,
igualmente su incidencia es cero, ya que “la ciencia que no se ve, no existe”.
Además, a través de GA, las universidades demuestran quiénes son y dónde
están con respecto a su producción científica.
Para el caso, en la cuarta edición (enero de 2016) de dicho ranking, el investigador
en la posición uno a nivel mundial es Graham Colditz de la Universidad de
Washington en Saint Louis, Estados Unidos, con un índice h de 257 y un total de
235,554 citas. Le sigue Sigmund Freud de la Universidad de Vienna que, a pesar
de estar fallecido, reporta un índice h de 253 y un total de 409,631 citas. En
idioma español, la posición uno corresponde a Alberto Ruiz Jimeno de UNICAN
CSIC, España, con índice h de 130 y 86,363 citas. En Latinoamérica, la posición
uno corresponde a Cesar Victora de la Universidad Federal de Pelotas, Brasil, con
índice h de 106 y 86,363 citas (según ranking consultado el 16 de junio de 2016).
Pero esas son las grandes ligas. En un contexto más modesto y más inmediato,
los datos reflejan otras realidades. En el caso de El Salvador, los datos, muy
predecibles por cierto, resultan muy ilustrativos y reveladores de la producción
científica y su visibilización, sobre todo, cuando se ponen en perspectiva a nivel
centroamericano.
Tabla 1. Cuarta edición del Ranking de los investigadores de acuerdo con sus citas en
Google Académico al 16 de junio de 2016.
País No. de
investígadores
Índice h
mayor
Índice h
menor
No. de
citas
mayor
No. de
citas
menor
Fecha de
actualización
(4ª edición)
1 Costa Rica 94 62 10 13898 265 Marzo 2016
2 Panamá 75 79 5 20932 59 Abril 2016
3 Guatemala 25 31 5 4027 131 Abril 2016
4 Honduras 10 13 4 901 64 Abril 2016
5 El Salvador 8 8 4 246 62 Abril 2016
6 Nicaragua 6 19 4 1753 72 Abril 2016
¿Qué nos dice este ranking a nivel centroamericano? Muchas cosas. Primero, a
nivel de país, en término de número de investigadores presentes en GA, Costa Rica
aparece mejor posicionada con 94 investigadores. En realidad son muchos más
ya que en este caso, GA hace una selección de aquellos con índice h igual o
mayor de 10 que, dicho sea de paso, es un índice alto. Luego está Panamá con
5.
75 investigadores. En la parte baja de dicho ranking encontramos a El Salvador
y Nicaragua con 8 y 6 investigadores respectivamente. Si se sumaran todos los
investigadores mejor posicionados de Honduras, El Salvador y Nicaragua, apenas
representarían casi la mitad de los investigadores mejor posicionados de Costa Rica.
En términos de incidencia y volumen por cita de las investigaciones, es decir, el
índice h y número de citas por investigador, el país mejor posicionado es Panamá
que tiene al menos un investigador con un índice h máximo de 79 con un total
de citas de 20,932. Le sigue Costa Rica que tiene al menos un investigador con
índice h de 62 y un máximo de citas de 13,898. Muy por debajo en el ranking
están Guatemala, con un índice h de 31, Nicaragua con 19 y Honduras con
13. En el fondo del ranking está El Salvador cuya incidencia es prácticamente
inexistente con un investigador índice h de 8 y un investigador con 246 citas.
Nótese que el índice h de los investigadores costarricenses cierra en 10, lo que
nos dice que ni el investigador salvadoreño mejor posicionado en GA alcanza
dicho índice ni el número de citas.
Tabla 2. Instituciones de investigación con mayor número de investigadores y
con H-Index más alto.
Posición Institución con más
investigadores
No.
investigadores
Adscripción del investigador
con índice h más alto
Índice
h
1 Universidad de
Costa Rica
60 Smithsonian Tropical Research
Institute (Panamá)
79
2 Smithsonian Tropcal Re-
search Institute (Panamá)
42
Universidad de Costa Rica
62
3 Universidad del Valle de
Guatemala
17 San Carlos de Guatemala 31
4 Universidad Autónoma
de Honduras
4 Universidad Nacional A
utónoma de Nicaragua
19
5 Universidad Nacional
Autónoma de
Nicaragua
3 Universidad Tecnológica
Centroamericana UNITEC
(Honduras)
13
6 Universidad Centroamer-
icana José Simeón
Cañas (El Salvador)
2
Universidad Tecnológica
de El Salvador
8
Por otro lado, la producción científica de los investigadores puede verse también
en función de las instituciones donde la producen. Es decir, la visibilización de
la producción científica generada por los investigadores se da en un contexto
de universidad que la posibilita, de tal manera que se puede decir que dicha
producción es la producción de la institución. Así, la institución con más
investigadores que generan más conocimiento científico de acuerdo con el
ranking de GA es la Universidad de Costa Rica con 60 investigadores y tiene al
mismo tiempo el investigador con índice h más alto, 62. El Smithsonian Tropical
Research Institute de Panamá tiene 42 investigadores en GA y el investigador
con índice h más alto 79. Esas son las dos instituciones con más investigadores e
índice h más altos de Centroamérica según GA. En el caso de El Salvador, solo
hay una institución con apenas dos investigadores presentes en GA.
Editorial
6.
¿Qué revela dicho ranking en el caso de El Salvador con respecto a los
investigadores y la producción científica? En el caso de El Salvador no es reveladora
de algo nuevo. En todo caso, los datos solo confirman una realidad histórica que
es evidente desde cualquier ángulo que se vea. El ranking de GA solo coloca
a la investigación, los investigadores y las universidades en su justa dimensión
y merecida posición: la última posición en el ranking centroamericano…
latinoamericano… y americano. Ningún otro país de acuerdo con este ranking
tiene tan pobre desempeño en investigación en todo el continente americano.
Es más, el simple hecho que aparezcan algunos investigadores en la vitrina de
GA puede considerarse en sí mismo un gran logro; un logro atribuirle más al
esfuerzo, persistencia y trabajo del investigador que a las iniciativas y condiciones
ofrecidas por las universidades.
Y aunque esta realidad se presta para una serie de valoraciones y justificaciones,
no las vamos a hacer porque ya fueron planteadas en este espacio en ediciones
anteriores. Mas que hacer eso, o suponer explicaciones y señalar culpables,
vamos a dejar planteadas algunas preguntas cuyas respuestas nos ayuden a
desentrañar esta situación. Para el caso, deberíamos preguntarnos:
¿Es responsabilidad del investigador hacer investigaciones a título personal o
es responsabilidad de la Universidad promoverla? ¿Tienen las universidades
investigadores formados? ¿Asumen las universidades la formación de sus
investigadores? ¿Qué condiciones, incentivos y beneficios ofrecen las
universidades a los investigadores? ¿Qué políticas, estrategias y condiciones
ofrecen las universidades para desarrollar la investigación? ¿El estado actual
de la investigación y los investigadores responde a una cuestión de recursos
económicos o al tipo de gestión-enfoque de la universidad? ¿Es la investigación
una actividad inherente al ser y quehacer de la universidad o es una actividad
advenediza? ¿Son las universidades únicamente formadoras de profesionales o
también son centros de investigación? ¿Es la docencia la única razón de ser de
las universidades? ¿Son las universidades las únicas responsables de desarrollar
investigación? ¿Cómo el Ministerio de Educación y el CONACYT pueden contribuir
al impulso y desarrollo de la investigación? ¿Qué lecciones nos dejan y qué
debemos aprender de Costa Rica y Panamá?
Con estas preguntas, el debate queda abierto.
Nelson Rubén Martínez Reyes
Editor
San Salvador, 27 de junio de 2016