19.
Los noveles doctores académicos: Un capital
humano innovador de la economía española
en la Sociedad del Conocimiento
Artículo
Rafael Ravina Ripoll
*
rafael.ravina@uca.es
Guillermo Antonio Gutiérrez Montoya
**
guillermo@udb.edu.sv
Araceli Galiano Coronil
***
araceli.galiano@uca.es
Novice academic doctors: An innovative human capital for
the Spanish economy in the Knowledge Society
ISSN 1996-1642, Editorial Universidad Don Bosco, año 11, No. 20, julio-diciembre de 2017, pp. 19-27
Recibido: 7 de julio de 2017. Aprobado: 21 de julio de 2017
* Es doctor profesor de Organización de Empresa de la Universidad de Cádiz, Miembro de Grupo de
Investigación “Estudios Históricos Esteban Boutelou”.
** Es Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Cádiz (España), además es graduado de Maestría
en Economía por la Universidad Internacional de Andalucía (España); ha cursado estudios de posgrado en
educación superior y gestión de la calidad. Actualmente se desempeña como Decano de la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad Don Bosco de El Salvador.
*** Es profesora de Marketing de la Universidad de Cádiz. Es autora y coautora de artículos y trabajos en
congresos internacionales sobre la gestión del marketing social en las entidades sin ánimo de lucro.
Resumen
El objeto del presente artículo es examinar
de forma descriptiva la relación entre el
parámetro crecimiento del PIB nacional y la
variable noveles doctores académicos en
el contexto de España. Para ello se ha to-
mado como marco temporal de referencia
el año 2014 por ser el periodo de tiempo en
que se inicia la Gran Recesión. Los datos ob-
tenidos por el presente estudio vislumbran,
por un lado, la gran relevancia que tiene
este capital intelectual para el desarrollo
sostenible de los territorios en la sociedad
del conocimiento, y por otro, la existencia
de una escasa imbricación entre los ratios
citados anteriormente.
Palabras clave: doctores académicos,
Producto Interno Bruto (PIB), educación,
Sociedad del Conocimiento, innovación.
Abstract
The purpose of this paper is to examine
in a descriptive way the relation between
the national GDP growth parameter and
the variable novice academic doctors
in Spain. The study is framed in 2014 as
this is the year when the Great Recession
begins. The results show, how relevant this
intellectual capital is for the sustainable
development of the countries in the
knowledge society, on the one hand; and
the little overlapping between the ratios
mentioned above, on the other.
Keywords: Academic doctors, Gross
Domestic Product (GDP), education,
Knowledge Society, innovation.
Para citar este artículo: Ravina, R.; Gutiérrez, G. A. y Galiano, A. (2017). Los nóveles doctores académicos: Un capital
humano innovador de la economía española en la Sociedad del Conocimiento. Diá-logos 20, 19-27.
Los noveles
doctores
académicos: Un
capital humano
innovador de
la economía
española en la
Sociedad del
Conocimiento
20.
Introducción
En la Sociedad del Conocimiento las empresas de alto valor tecnológico deben
ser capaces de atraer a un volumen importante de individuos con estudios
superiores -sobre todo de doctores con perfiles STEM (Science, Technology,
Engineering y Mathematics)-, pues esto le ayudará entre otras cosas a poseer
una elevada capacidad operativa y empresarial a la hora de poner en marcha
futuras actividades de I+D (Karray y Driss, 2009). Así pues, una elevada presencia
de este colectivo en los territorios favorecerá la consolidación de un modelo
económico de desarrollo integral bajo los vectores del bienestar general y la
cohesión social (Caravaca et al, 2009). Dicha idea está en consonancia con
Romijn y Albaladejo (2002) que plantean la necesidad de cultivar territorios
que estimulen la generación de tesis doctorales. Esto pone de manifiesto
que las estructuras productivas con un reducido número de nuevos doctores
académicos crearán un mercado colectivo poco atractivo y cautivador para
este determinado capital humano.
Ante esta realidad, los máximos dirigentes de la política de los países deberán
llevar a cabo grandes inversiones públicas en infraestructuras civiles con la
finalidad de originar un tejido empresarial basado en las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), y en el conocimiento científico procedente
de las universidades (Paz y Lebrero, 2016).
Bajo nuestro punto vista este hecho posibilitará la configuración de organizaciones
innovadoras abiertas hacia la creatividad, el trabajo en equipo, el bienestar
corporativo, etc. (Zelenski et al., 2008). Este fenómeno toma especial relevancia
en los paisajes urbanísticos que destruye la energía innovadora y creativa
nacida de su ciudadanía. Así no es de extrañar que actualmente las políticas
administrativas giren en torno a la consecución de la llamada región social
(Moulaert y Sekia, 2003).
Para las teorías del capital humano e innovación regional (Fernández, 2002;
Feldman y Audretsch, 1999), las actividades intensivas de conocimiento precisan
de la acumulación de individuos con alta formación académica dedicados
íntegramente a la investigación vinculada a las áreas de la ingeniería, la
informática, la biomedicina, etc. De acuerdo con lo leído hasta aquí, se hace
preciso mencionar que la intención del presente texto es de examinar de forma
generalista si la variable nuevos doctores académicos influyó bastante en la
capacidad innovadora de España durante el año 2014. La elección de este
determinado marco espacio-temporal viene originada porque la tasa actividad
emprendedora de España se halla por debajo de la media de Europa y Estados
Unidos (GEM, 2016). Ello dificulta la generación de iniciativas innovadoras,
además de la implementación de un modelo socioeconómico holístico que
promueva la difusión del conocimiento científico a su tejido productivo (Marina y
Satrústegui, 2013). No nos gustaría terminar esta introducción sin expresar que esta
investigación surge con la finalidad de avivar en la medida de las posibilidades
existentes a que nazcan futuros trabajos científicos sobre este tópico en otros
lugares fuera de España.
21.
Objetivo de la investigación y metodología
De acuerdo con lo establecido por las teorías del capital humano y los modelos
sobre los procesos de innovación territorial (Balbin et al, 2016 y Baumo, 2002),este
artículo considera a los individuos con el título de doctor universitario como uno de
los activos intangibles más atractivos que posee la sociedad civil para implantar un
modelo de crecimiento endógeno ligado a la inversión en I+D. a los clusters para la
innovación y a los proceso de catch-up tecnológico y social capability (De Arteche
et al,2013 y Galindo 2008). Atendiendo a lo dicho, y a otros muchos factores,
se hace conveniente que las administraciones públicas apuesten por gestar un
mercado laboral lleno de nuevos docotres, spillovers tecnológicos y de Knowmad
1
.
Asimismo, conviene señalar que este estudio pretende, mediante la aplicación
de un sencillo enfoque descriptivo-interpretativo, constatar si durante el año 2014
la generación de nuevos doctores académicos juega un papel relevante en el
crecimiento socioeconómico de las regiones (Sen y Klisberg, 2007). Según los
datos estadísticos ofrecidos por el Observatorio Español de I+D+I (ICONO) y
el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se decidió para el desarrollo de
nuestro trabajo utilizar como indicadores de la innovación y el capital humano los
parámetros de producción científica y nuevos doctores. Ello se debe básicamente
a que dichos ratios resultan muy válidos para cuantificar la construcción de redes
académicas-investigativas (Slaugter y Rhoades, 2004), así como para medir
aspectos vinculados con el dinamismo innovador, la intensidad tecnológica, el
talento creativo, la calidad de las producciones académicas, etc.
La rica información ofrecida por las fuentes citadas en el párrafo anterior nos
muestra que durante el marco temporal de los años 2009 a 2014 la tasa de
excelencia de las publicaciones científicas españolas registró una subida de 1,2
puntos, pasando de 12,2 a 13,4%.
Gráfico 1. Evolución porcentual de la producción científica en España sobre el
total mundial (2009-2014).
Fuente: Indicadores del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, (Observatorio
Español de I+D+I, 2016). Elaboración propia.
1. Este término es acuñado en el año 2011 por el investigador norteamericano John Moravec para referirse
a un profesional que tiene “como materia prima fundamental el conocimiento de una disciplina concreta,
que pone a disposición de forma independiente e itinerante a las empresas, generando un alto valor
añadido”. Para una mayor información sobre este concepto, véase el libro de Raquel Roca publicado en el
año 2015 con el título Knowmads, los trabajadores del futuro.
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doctores
académicos: Un
capital humano
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la economía
española en la
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Conocimiento
22.
Entre las múltiples razones de este significativo incremento se encuentra quizás el
importante aumento del número de personas entre 30 y 40 años de edad con
estudios de educación terciaria así como del número de mujeres investigadoras
y tesis doctorales que han tenido lugar en el marco temporal elegido por el
presente trabajo (ver Gráfico 2). Toda esta información nos despierta la curiosidad
de explorar si las variables de producción científica y nuevos doctores son dos
factores que contribuyen positivamente al desarrollo económico de los territorios
durante el año del adiós a la Gran Recesión.
Gráfico 2. Evolución porcentual de la población entre 30-40 años de edad con
estudios de educación superior (2009-2014).
Fuente: Indicadores del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, (Observatorio
Español de I+D+I, 2016). Elaboración propia.
Antes de finalizar el ítem dedicado al objetivo de la investigación señalar que
somos conscientes de las limitaciones metodológicas del constructo que aquí
se presenta en este artículo. Ahora bien, esto no supone ningún impedimento
para elaborar un breve análisis descriptivo de tipo generalista que nos permita
demostrar gráficamente si los indicadores tesis doctorales leídas y producción
científica son relevantes en la economía de España durante el año 2014.
Teniendo presente que a efectos empíricos no podemos saber con seguridad
si los resultados obtenidos por este estudio son coherentes y robustos, debido al
escaso acervo de la literatura existente sobre el tópico planteado en esta obra
académica.
Resultados
A finales del año 2014, España se encontraba por debajo de la media de la
Unión Europea en recursos destinados a I+D. Esto se debe básicamente a las
políticas de austeridad implantadas por la administración central desde la caída
bancaria de Lehman Brother. A esto se suma, como es sabido. La alta fuga
de cerebros científicos que sufre nuestro país hacia Estados Unidos y Alemania
durante el intervalo de tiempo que va desde el año 2008 hasta 2013 (Izquierdo,
Jiménez Serrano y Lacuesta, 2014). Por tanto, no es de extrañar que las comarcas
que posean en esta época una gran cantidad de empresas poco avanzadas en
conocimiento y tecnología presten poca atención a estimular el conocimiento
de sus empleados. Ahora bien, como se ha visto en la gráfica anterior, parece
23.
ser que la Gran Recesión no dejó una huella negativa en la producción científica
española. Dicha afirmación viene justificada porque entre los años 2009 y
2014 disminuyó el número de investigadores, el volumen de organizaciones
privadas que efectúan actividades asociadas a proyectos de I+D así como la
generación de las start-ups. Circunstancias todas negativas para establecer una
economía basada en el emprendimiento, la cual nos muestra entre otras cosas
que los paisaje urbanísticos requieren de fuertes tejidos mercantiles dinámicos
(Fagerberg, Feldman y Shroler, 2014). Es de imaginar que este tipo de entorno
puede contribuir positivamente a la elaboración de tesis doctorales, sobre todo
de ingeniería y biotecnología. Tomando como base este axioma y las hipótesis
esbozadas en el artículo titulado “Una tipología de los sistemas regionales de
innovación en España”
2
, cabe formularse la siguiente pregunta ¿cuál es la
comunidad autónoma española que forja más noveles doctores en el año de
la recuperación económica?
Para poder responder a dicha cuestión se consultó la información estadística
del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte correspondiente a la sección
denominada “Distribución de tesis doctorales aprobadas por tipo de universidad,
comunidad autónoma, ámbito de estudio y sexo”, documento que nos permitió
examinar de forma exhaustiva los datos numéricos concernientes al objeto
de nuestra investigación. Durante la primera visual realizada a esta fuente
oficial nos llamó la atención que en el marco temporal de 2009 a 2014 tuvo
lugar un importante crecimiento en el número de nuevos doctores, dándose
una diferencia positiva de 3.081, al pasar de la cantidad de 8.235 a 11.316.
Dicha tendencia se inició en el primer año del periodo de tiempo señalado
anteriormente y finalizó en el 2014 donde se origina el mayor montante de todo
el lapso de tiempo analizado, con una cifra de 11.316. Este registro supera en
427 nuevos doctores a la cota alcanzada en el año precedente (el segundo
valor más alto de toda la serie), ello significa un 13,86% del total de la subida
habida de doctores desde 2009 hasta 2014.
Gráfico 3. Evolución del número de tesis aprobadas en España (2009-2014).
Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Estadística de Tesis Doctorales. Elaboración
propia.
2. En esta obra académica, sus autores establecen un índice de innovación regional a partir de la
construcción de los siguientes cuatro ratios: entorno regional-productivo, entorno universidad, entorno
administración pública y entorno empresa.
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doctores
académicos: Un
capital humano
innovador de
la economía
española en la
Sociedad del
Conocimiento
24.
Hagamos un alto en el camino para exponer que, en el futuro próximo este
capital intelectual, se supone, se convertirá en uno de los principales motores
que tendrá España para conseguir un ecosistema innovador basado en la
generación de patentes y el fomento de la cultura científica, entre otras múltiples
cosas. Esto último, así como todo lo apuntado a lo largo de este texto, nos
llevó a explorar descriptivamente el papel que pueden jugar los territorios en
la distribución regional de los nuevos doctores académicos durante el año del
adiós a la Gran Recesión. De esta manera, se puede corroborar que Cataluña
aparece a la cabeza no solo en la producción científica de España sino también
en el número de individuos que alcanzaron en el año 2014 el título más elevado
del sistema de enseñanza superior, con una cantidad de 2.476 (19,98%). Detrás
de ella se localizan las comarcas de Madrid (19,05%), Andalucía (14,10%) y
Valencia (8,77%). Asimismo, en el otro extremo, se sitúan las comunidades
autónomas de Cantabria (0,74%), Islas Baleares (0,61%) y La Rioja (0,33%), pese
a ser espacios muy relevantes en la contribución del PIB nacional y en la inserción
laboral de los doctorados.
Gráfico 4. Tesis doctorales leídas en España por comunidades autónomas (2014)
Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Estadística de Tesis Doctorales. Elaboración
propia.
Conforme a la información procedente de esta fuente, se planteó analizar la
variable nuevos doctores universitarios como un factor proxy del crecimiento del
PIB en España durante el año 2014. Para ello se empleó como fuente primaria los
datos de la Contabilidad Regional de España ofrecidos por el Instituto Nacional
de Estadística (INE). En ella se observa de forma diáfana que en el primer año
de la Gran Recesión:
• La tasa media de crecimiento anual del PIB en términos de volumen
ascendió a la cantidad de 1,4%, registro que está por encima en 0,1
punto de la Unión Europea.
25.
• El mayor índice de crecimiento anual del PIB en España se produjo en
La Rioja con una cifra de 2,5%. Detrás de ella se colocaron Extremadura
(2,2%), Canarias (2,2%) y Valencia (2,1%).
• Las comunidades autónomas de Madrid, Asturias, Melilla, Ceuta y Galicia
con unos registros de 1%, 0,8%, 0,8%, 0,6% y 0,5% respectivamente, se
encuentran a la cola en el nivel medio de crecimiento anual del PIB.
Gráfico 5. Distribución regional de la tasa de crecimiento anual del PIB en términos
de volumen (2014)
Fuente: Contabilidad Nacional de España (2014). Elaboración propia.
Si comparamos en una perspectiva bivariante los datos del panel anterior con
los registros ofrecidos por los nuevos doctores que surgen en España durante el
año de la recuperación económica, se detecta que dicho parámetro no está
fuertemente asociado con el grado de crecimiento del PIB de los territorios. Quizá
tal hecho puede venir motivado, por un lado, por la irrelevancia demográfica
de la existencia de personas con el título más alto del sistema universitario. Y por
otro, a que el factor nivel de educación sea un ratio poco significativo en una
economía cimentada en la construcción, la especulación inmobiliaria, el sector
turístico y la agricultura.
Asimismo, resulta llamativo visualizar, durante el año 2014, que las comarcas que
ostentan la mayor tasa de crecimiento del PIB se encuentra en el último ranking de
tesis leídas en España. Sin embargo, este mismo hecho no sucede por ejemplo
en Cataluña, una de la regiones españolas que detenta un ecosistema que se
esfuerza en acrecentar la calidad de vida, fomentando la inversión pública en
capital humano investigador y atrayendo la contratación de talento internacional
para trabajar con los doctores formados en el interior de sus universidades
(Martin Carretero, 2016). Como se desprende del fenómeno señalado, dicha
información deja entrever a grandes rasgos la posible incidencia que muestra, a
nivel microterritorial, la variable nuevos doctores académicos sobre el desarrollo
económico de España, medido desde el parámetro PIB.
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académicos: Un
capital humano
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la economía
española en la
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26.
Consideraciones finales
Desde la primera década del siglo XXI, el número de investigaciones que
han abordado el tema de la relación causa efecto de los nóveles doctores
académicos en el dinamismo socioeconómico de los territorios es bastante
escaso. No así los trabajos científicos centrados en examinar cuantitativamente
y cualitativamente la evolución del PIB desde de la perspectiva de la renta per
cápita nacional, el número de habitantes, la renta de los hogares, la contabilidad
regional, etc.
A lo largo de este artículo se muestra, aunque sea muy brevemente, que los
doctores pueden constituir un importante activo del desarrollo económico de
los territorios en la Sociedad del Conocimiento. De acuerdo con lo investigado,
no debe sorprender que hoy por hoy exista una gran competencia global entre
los ecosistemas inteligentes por atraer a los nuevos doctores académicos; cuyo
estilo de vida requiere de espacios urbanísticos con alta calidad educativa y una
vasta oferta cultural, sirva de ejemplo Cataluña. Al hilo de lo comentado se hace
conveniente señalar que, el breve análisis descriptivo llevado a cabo aquí, nos
invita a poner de manifiesto el bajo nexo detectado en España entre las variables
crecimiento del PIB y nuevos doctores académicos durante el año 2014.
A modo de epílogo, quisiera indicar que las ideas vertidas a lo largo de este
texto científico tienen el objeto de poner encima del tapete académico el
hecho de que las sociedades civiles con un alto volumen de individuos con la
máxima cualificación universitaria atesoran una gran oportunidad no solo para
construir una economía basada en la innovación tecnológica, sino además
para incrementar en sentido holístico el bienestar general de la ciudadanía.
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